15.7.20

Qué es el método Montessori y cómo aplicarlo en casa

Educar a un niño no es una tarea sencilla. Requiere mucha paciencia, voluntad y sobre todo, inteligencia. Al menos eso es lo que pensaba María Montessori, una educadora, pedagoga, filósofa, psicóloga y científica italiana que dedicó parte de su vida y obra a mejorar la educación infantil desde una perspectiva más desarrolladora y autosuficiente. De hecho, fue la creadora del método Montessori, un sistema de educación centrado en el respeto a los derechos de los niños y en su capacidad espontánea para aprender. Este modelo educativo se utiliza aún hoy en muchas escuelas del mundo y, sin duda, es una herramienta muy útil para que los padres eduquen a sus hijos.

¿En qué consiste el método Montessori?

El método Montessori agrupa un arsenal de teorías sobre la educación infantil que se sustentan en el principio de que los niños deben tener completa libertad para aprender y desarrollarse por sí solos, en un ambiente de comprensión y cariño que sea estimulante. Básicamente, Montessori aseguraba que los pequeños poseen una capacidad casi ilimitada para apropiarse de los conocimientos, primero a nivel inconsciente y luego al nivel consciente. De esta manera, le otorga al niño un papel activo en su propio aprendizaje.
Montessori también afirmaba que para que el niño pueda aprender y desplegar todo su potencial debe estar inmerso en un ambiente adecuado que fomente su crecimiento. Para esta experta el orden, la seguridad, el diseño y el acceso a las herramientas eran elementos cruciales que no debían faltar en el entorno en el que se desenvuelven los niños ya que son los aspectos que estimulan el aprendizaje y crecimiento infantil. Asimismo, Montessori le otorgaba un papel orientador fundamental a los adultos, y en especial a los padres, considerándolos como los guías principales del niño, las personas responsables de mostrarle su entorno y las potencialidades que existen en él.
De igual manera, su método presta una atención especial al amor y la comprensión de los padres hacia sus hijos. Un amor basado en el respeto, la libertad, la responsabilidad y el establecimiento de límites claros pero poco restrictivos, donde la confianza, la paciencia y la empatía se convierten en protagonistas.
Inicialmente este método fue creado con fines académicos pero con el paso del tiempo también ha ganado terreno en el ámbito familiar y cada vez son más los padres que recurren a algunas de sus herramientas para aplicarlas a la educación de sus hijos. Se trata de claves que, aunque no son soluciones infalibles, brindan algunas luces sobre cómo educar mejor a los niños.
Principios de María Montessori para educar niños

¿Cómo implementar el método Montessori en casa? Los principios de María Montessori para educar a los niños

  1. Los niños aprenden de lo que les rodea, por tanto, permite que exploren su entorno con total libertad.
  2. Evita criticar demasiado a un niño, de lo contrario solo aprenderá a juzgar a los demás.
  3. Elógialo con frecuencia para que aprenda a valorar.
  4. No seas hostil con el niño pues así solo aprenderá a pelear con los demás.
  5. Si eres justo con él, aprenderá a ser justo con los demás.
  6. Evita ridiculizar con frecuencia a un niño ya que formarás a una persona tímida.
  7. Haz que se sienta seguro para que aprenda a confiar en los demás.
  8. No denigres ni subvalores a un niño porque estarás sembrando en él un fuerte sentimiento de culpa y una baja autoestima.
  9. Acepta sus ideas y opiniones con frecuencia para que aprenda a sentirse bien consigo mismo. Aliéntalo y motívalo en las tareas cotidianas para que gane seguridad.
  10. Asegúrate de que el entorno del niño es agradable. Haz que se sienta necesario. Así aprenderá a buscar el amor en el mundo y no se conformará con menos.
  11. No hables mal de tu hijo delante de él. Y tampoco lo hagas cuando no esté.
  12. Escúchalo siempre y respóndele cuando te pregunte.
  13. Dale una mano cuando necesite ayuda, pero pasa desapercibido si es capaz de encontrar la respuesta por sí solo.
  14. Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error, él solo lo corregirá en algún momento.
  15. Cuando te dirijas al niño, hazlo siempre de la mejor manera. Ofrécele en cada momento la mejor versión de ti. Recuerda que tú eres su modelo a seguir.