En
los últimos años el sistema Montessori ha ganado terreno en el ámbito
familiar, cada vez más padres apuestan por este método para educar a sus
hijos. Sin embargo, aunque los principios parecen fáciles de
aplicar ya que, básicamente, se sustentan en la libertad de los niños
para aprender y desarrollarse por sí solos, en la práctica no resulta
tan sencillo. Para implementar el
método Montessori
es necesario tener en cuenta muchos detalles que van más allá del
orden, el diseño y el acceso a las herramientas, lo cual puede hacer que
muchos padres cometan errores al aplicarlo.
¿Cómo no aplicar el método Montessori?
1. No conocer bien el método Montessori
Muchos
padres deciden aplicar el método Montessori sin comprender sus
fundamentos o, lo que es aún peor, sin conocer sus principios básicos.
Si bien es cierto que no es necesario ser un experto en el método
Montessori para aplicarlo en casa, al menos es necesario conocer sus
principios básicos, de manera
que se cometan menos errores y se obtengan mejores resultados.
Por eso, lo ideal es que dediques algunas semanas a estudiar bien el
método y comprender sus principios y fundamentos, antes de comenzar a
aplicarlo.
2. Tener expectativas demasiado elevadas
Uno de
los errores más frecuentes que cometen los padres al aplicar el método
Montessori es pensar que surtirá efecto en cuestión de semanas o pocos
meses. Sin embargo, en realidad este sistema educativo, al igual que el
resto, requiere tiempo y sistematicidad antes de que puedan notarse los
primeros logros.
Tener paciencia, ser constante y no violentar el ritmo de aprendizaje del niño es vital.
También es conveniente no desarrollar expectativas demasiado elevadas
en cuanto a los resultados ya que con este método tu pequeño no
desarrollará súper poderes, solo aprenderá a sacarle el máximo partido a
su potencial. Por tanto,
asegúrate de no pedirle más de lo que puede dar.
3. Concederle demasiada importancia al material
Al
implementar el método Montessori en casa, algunos padres cometen el
error de centrarse demasiado en el aspecto logístico: buscan todos los
materiales necesarios y diseñan un rincón Montessori digno de admirar.
Sin embargo, aunque las materiales son una parte fundamental para
estimular el aprendizaje y los sentidos del niño, también es necesario
prestarle atención a otros detalles, como sus rutinas y aprender a respetar su independencia y espacio.
El método Montessori es una educación a tiempo completo que no se
restringe exclusivamente al espacio creado y a los materiales:
es un estilo educativo, no una herramienta de usar y dejar.
4. No dar el ejemplo
A
veces los padres se enfocan demasiado en estimular la independencia del
niño y ofrecerle lo que necesita para su desarrollo, pero olvidan algo
esencial: enseñar con el ejemplo. En el método Montessori los padres
tienen un papel orientador, se convierten en los guías principales del
niño, las personas responsables de estimularle para que descubra el
entorno y sus potencialidades. Por tanto,
es fundamental que el
niño también vea que sus padres son personas abiertas a las nuevas
experiencias y que respetan el espacio de los demás. Recuerda que todo lo que quieras ver en tu hijo, primero debes desarrollarlo en ti.
5. Utilizar materiales sin valor educativo
En el método Montessori, el entorno y los materiales son importantes para el aprendizaje. De hecho,
una de sus mayores ventajas es que prácticamente cualquier objeto puede convertirse en una herramienta o medio educativo.
Sin embargo, debes tener mucho cuidado ya que, aunque los juguetes
pueden ser muy útiles para estimular determinadas habilidades, en
realidad tienen una función lúdica y solo algunos se pueden emplear con
fines didácticos. Por eso, a la hora de escoger el material Montessori
debes considerar que sea fácil manejar y sensitivo, pero también
instructivo y didáctico.