Qué es la crianza positiva y cómo la aplicamos con nuestro bebé
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Cada
familia tiene unas necesidades y unas circunstancias, por lo que cada
una debe hacer lo que mejor le convenga en cada momento.
Pienso que todos los padres quieren lo mejor para sus niños y no creo que ninguno haga algo en contra de sus propios hijos.
Por
lo que lo más importante es que ambos estén bien, tanto madre como
bebé, porque si no estás bien como madre tu bebé tampoco lo estará.
Debes cuidarte tú en primer lugar, para poder cuidar a los demás.
En
esta categoría te encontrarás mi experiencia, la de mi familia, las
decisiones tomadas en un momento dado y con unas situaciones o
circunstancias.
En primer lugar, me gustaría explicarte qué significa crianza positiva, con apego, respetuosa y natural, porque habrás oído hablar de ellas, incluso suelen usarse como sinónimos y no es así.
Crianza positiva
La crianza en positivo consiste en educar niños felices, desde el respeto y el amor hacía ellos.
Fomentando y desarrollando habilidades y capacidades para que se conviertan en un adulto empático, autónomo, comunicativo…
Con este tipo de crianza los niños se sienten que pertenecen, queridos y valiosos.
Los niños se desarrollan de forma constructiva; la clave es el amor y una buena comunicación.
Poner en práctica la crianza positiva desde hoy mismo, es muy fácil.
Fomentando y desarrollando habilidades y capacidades para que se conviertan en un adulto empático, autónomo, comunicativo…
Con este tipo de crianza los niños se sienten que pertenecen, queridos y valiosos.
Los niños se desarrollan de forma constructiva; la clave es el amor y una buena comunicación.
Poner en práctica la crianza positiva desde hoy mismo, es muy fácil.
- Amor y cariño hacía el niño.
- Conoce al niño, sus intereses, inquietudes, capacidades...
- Ponerse a su altura, ganara en confianza y no se sentirá diferente a ti ni inferior.
- Comunicación y sentido de pertenencia, dialoga con el niño constantemente, así siente que es tenido en cuenta.
- Respeto hacía el niño, si tu le respetas, él te respetará a ti.
- Emociones, aprender a diferenciar y controlar tus amoricones, el niño aprenderá de tu ejemplo.
- Autonomía, al ser capaz de hacer las cosas por sí mismo, su autoestima aumenta.
Crianza con apego
La crianza con apego surge para comprender mejor lo que necesitan nuestros hijos, saber actuar y como ayudarles, se asocia a lactancia materna a demanda, colecho, porteo, escolarización tardía…
La crianza con apego es el vínculo afectivo entre el niño y sus padres, es la afectividad, estar pendiente de sus necesidades biológicas y cubrirlas.
Crianza respetuosa
La crianza respetuosa, digamos que es un equilibrio entre las necesidades del bebé y de la madre,
es decir, la maternidad es algo maravilloso pero en ocasiones, la mujer
no disfruta porque se siente esclavizada y al final está destrozada
física y emocionalmente, por lo que no disfruta de sus hijos, los ve
como un castigo, esto no es bueno por mucha lactancia a demanda o por
mucho colecho.
Le estás transmitiendo a tu bebé sentimientos y pensamientos negativos, sin querer, pero lo haces.
Se
debe tener en cuenta ambas necesidades, si la mamá no está bien, no
cuida de ella, tampoco cuidará del bebé. Hay que darnos a nuestro bebé,
no sacrificarnos por él.
Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, el problema es cuando nos dejamos llevar por todo lo que nos rodea.
Te recuerdo que hay algo en el ser humano, sobre todo en las madres que se llama instinto y que últimamente no paramos de callarlo, por culpa de la publicidad y de la sociedad consumista que nos rodea.
Te recuerdo que hay algo en el ser humano, sobre todo en las madres que se llama instinto y que últimamente no paramos de callarlo, por culpa de la publicidad y de la sociedad consumista que nos rodea.
Relacionamos
la crianza con apego y respetuosa con argumentos o acciones que nada
tienen que ver, como he dicho partimos de querer lo mejor para nuestros
hijos.
Es muy importante que padres e hijos se sientan bien, debe haber un equilibrio en las necesidades de ambos.
Los niños necesitan una estabilidad emocional y con esto llegamos a un pensamiento independiente a medida que crecen.
Crianza natural
La Crianza Natural no es sinónimo de malcriar, es ser atento y consultar a los niños qué necesitan, pero sin afecto.
Es el método tradicional de educar y criar al niño, en muchas sociedades se sigue practicando.
En
la mayoría del mundo occidental dejamos de hacerlo cuando comenzamos a
rodearnos de expertos, de cursos, de libros, de las opiniones de la
familia, etc.
Es simplemente dejarte llevar y criar a tu hijo.
Como
ves todos los tipos de crianza están relacionados y a veces pueden
parecer sinónimos, pero no es así. Cada uno aporta algo diferente.
¿Es muy parecida la crianza natural y la crianza con apego? sí, tiene relación, pero la diferencia está en que la crianza natural busca entender a nuestros hijos y con apego busca la afectividad, esa es la mayor diferencia.
Y la respetuosa surge cuando las mujeres no pueden más con la crianza natural y con apego, entonces comienza a haber un equilibrio en ambas partes, madre e hijo.
La
cuestión es elegir cuál te viene bien a ti o llevar a cabo las 3 e ir
viendo qué haces dependiendo de la situación que estás viviendo.
Estos tipos de crianza los puedes comenzar desde el embarazo
y se acentuarán en el momento del parto, ya que ahí habrás elegido cómo
quieres llevar a cabo ese proceso, al igual que el postparto.
Cada familia es diferente, pero todos los niños demandan lo mismo, sobre todo amor.
Crianza
en positivo, respetuosa, natural y con apego es ofrecer lo mejor de
nosotros, no es juzgar, es dejarnos llevar por nuestro instinto.
Para una madre es muy duro la crítica de otra madre
cuando se refiere a su hijo y en todo lo relacionado como el
nacimiento, la salud, el sueño, la lactancia… porque todas las madres
tenemos inseguridad, confusión y miedo en algún momento.
Actualmente
más, porque llevamos la maternidad en solitario, no como antaño, la
crianza era algo que se compartía y se ayudaban mutuamente.
Te aconsejo que obtengas toda la información que puedas para poder elegir.
¿Cuál es la más idónea?
Para mí, la crianza positiva,
porque desde mi punto de vista coge lo esencial de todas y vas más
allá, porque comienza a establecer la educación que vas a llevar con tus
hijos.
Cada
uno elige la suya o mezcla todas, porque es precioso portear, la
introducción de la alimentación, la lactancia materna a demanda,… pero
¿y si la madre no puede por cualquier problema que tenga? o es precioso
el colecho, pero ¿y si los padres no descansan y están agotados?
Entonces, el bebé no estará bien atendido, por eso debemos plantearnos cada situación y ver qué es lo mejor para cada una.
Incluso
desde el embarazo, tú debes plantearte cómo quieres el parto y el
postparto, pero con la mentalidad abierta, así si surge algún problema
lo aceptamos y hacemos lo mejor para ese momento.
No
podemos dejar que salga algún sentimiento emocional hacia un método u
otro de crianza, sino que debemos ser fuertes y hacer lo que mejor nos
convenga a nosotras y a nuestro bebé.
Lo mismo al tener esto claro tu vida mejora o comienzas a verla de otra manera.
Mi experiencia
Para mí, la crianza se basa en satisfacer las verdaderas necesidades de mi hija. ¿Cómo?
Conociendo
y estableciendo un vínculo madre e hija, donde la confianza y el
respeto son uno, ambas escuchamos nuestras necesidades y el resto de la
familia nos escucha y apoya.
En
mi caso, desde que me enteré que iba a ser mamá, supe que era el
momento de cambiar muchos hábitos y costumbres de mi vida, era la
“escusa” perfecta.
Quería
transmitirle a mi hija desde el embarazo una vida más relajada, menos
estresada, una alimentación más sana (no comía mal, pero me refiero a
saludable, a saber que estoy comiendo, menos envasada, más ecológica,
más natural).
También
he tomado decisiones relacionadas con la niña y que sinceramente nunca
me había planteado, vamos ni imaginado, como por ejemplo, el uso de los
pañales de tela, el uso de productos naturales para la limpieza e
higiene de la niña, intentar usar las mínimas toallitas o los mínimos
pañales desechables (en el hospital me toca llevar de estos).
He
cambiado de opinión sobre ideas que ya tenía, como que un biberón y la
lactancia materna son iguales, pues no, no son malas ninguna, pero no es
lo mismo.
Pensaba
que en mi casa debía haber una gran cantidad de objetos para mi niña y
esto me agobiaba, además pensaba que era alucinante que en tres meses de
vida los niños tienen los trasteros llenos de cosas… pues lo mismo, he
cambiado de idea y he intentado tener lo mínimo o lo que yo he creído
necesario o conveniente por mis circunstancias personales.
Con
el tema juguetes, me gustan a mí más que a los niños, y ahí creo que
comienza el problema de muchas familias, al igual que hubiera comenzado
en la mía, hasta que también “me he caído de la burra” y me he dado
cuenta que esto no es esencial, ni primordial, ni importante, hay otras
necesidades y otros juguetes donde merece la pena gastar ese dinero.