25.7.20

Libertad y límites de la mano de la responsabilidad


charlas y cursos que hago. A menudo me preguntáis cosas como:
"¿En Montessori los niños hacen lo que les da la gana?"
"¿Cómo puedo seguir al niño y a la vez ponerle límites?"
"Si pongo límites siento que no estoy respetando a mi hija, pero si no se los pongo temo que sea ella quien no me respete e mí"
"¿Cómo puedo compaginar la disciplina con la libertad?"
El secreto, como casi siempre en la vida, está en encontrar el equilibrio y en utilizar el sentido común, pero vamos a ver algunas ideas que nos pueden ayudar a tener las ideas mas claras:

¿Dónde termina la libertad?

La libertad de una persona termina donde empieza la de los demás. Esto es algo básico que cualquier persona debería tener claro, lo que se suele llamar la "Regla de Oro", que se resume en "No hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti".
Hasta ahí bien, ¿no?
El problema es que esta regla puede resultar un poco abstracta para los más pequeños, así que podemos hacérsela entender de una forma más concreta: "Puedes elegir lo que quieres hacer siempre que no hagas daño a otras personas, a ti mismo o al entorno".
Esta norma básica es una de las primeras cosas que aprenden los niños y niñas al entrar en una escuela Montessori, y es algo que sin duda pueden aprender y practicar en casa desde muy pequeños.
Cuando entienden que la libertad tiene ciertos límites lo ideal es que además entiendan el motivo de esos límites, y así serán capaces de empezar a poner por sí mismos los límites a medida que van creciendo y desarrollando más responsabilidad.
No olvidemos que los límites deben ser razonables y todos debemos cumplirlos. ¿Qué pasará si ponemos límites arbitrarios y si los adultos no los cumplimos? Que cuando nuestros hijos empiecen a poner sus propios límites, éstos serán arbitrarios e injustos.

Libertad y responsabilidad: Dos caras de la misma moneda

La relación entre libertad y responsabilidad es muy sencilla y se puede comprender desde muy temprana edad:
Tengo libertad para decidir.
Pero tengo que responsabilizarme de las consecuencias de mis decisiones.
Es decir:
      + Libertad      ➡     + Responsabilidad
Maria Montessori lo expresó muy bien con estas palabras:
Dejar que el niño haga lo que quiera cuando todavía no ha desarrollado la capacidad de autocontrol es traicionar a la idea de libertad. (Maria Montessori, La Mente Absorbente)
La idea es que para poder ser libre una persona necesita desarrollar una disciplina interna y un sentido de responsabilidad. A medida que nuestros hijos van desarrollando más responsabilidad pueden disfrutar también de más libertad.
¿Y cómo podemos favorecer que nuestros hijos desarrollen ese sentido de la responsabilidad? Dándoles la oportunidad de tomar decisiones y responsabilizarse de ellas. Evidentemente, el nivel de responsabilidad tiene que ir acorde con la edad y el nivel de desarrollo; no podemos darle a una niña de 4 años la responsabilidad de decidir a qué hora nos vamos del parque, pero tal vez le podemos dar la responsabilidad de decidir si quiere llevarse la pelota o el patinete, tal vez os parezca que esa decisión no conlleva mucha responsabilidad, pero en realidad cada decisión, por pequeña que parezca, nos hace asumir cierta responsabilidad, por ejemplo en este caso si la niña decide llevar el patinete pero una vez en el parque piensa que le apetecería jugar a la pelota, es posible que se sienta contrariada, pero está aprendiendo a hacerse responsable de sus decisiones, tanto las que le afectan a ella misma como las que afectan a otras personas.
Si en esa situación en vez de dejar a la niña decidir, yo como persona adulta decido "Llévate el patinete, que el otro día lo pasaste muy bien, ¿no?", le estoy privando de esa oportunidad de decidir y de responsabilizarse de su decisión, y además cuando en el parque decida que prefería la pelota me lo echará en cara, con toda la razón del mundo, porque ha sido MI decisión.