23.7.20

Beneficios del Porteo los primeros años de vida

Cada vez hay más familias que se interesan en el porteo como solución para cumplir con las exigencias de nuestro ritmo de vida. De este modo, vemos que se encuentran muchas veces en la situación de tener que cumplir unos horarios y tareas que a menudo no son compatibles con el cuidado de un bebé, sobre todo si es pequeño.
Es este el motivo por el que el porteo llega a muchas casas y las familias se lanzan a utilizar esta herramienta, algunas veces sin mucha información. En muchas ocasiones no acaban de ver la importancia de esta práctica y los beneficios que tiene para el bebé o no tienen el portabebés adecuado y, poco a poco, va quedando en una anécdota y el portabebé queda olvidado en un cajón, habiendo hecho un gasto de dinero inútil y no pudiendo atender las necesidades del bebé como debería.
Para portear de manera consciente, convencida y segura es imprescindible entender las necesidades que tienen los bebés de contacto físico y seguridad emocional vinculados a la madre; esto está íntimamente ligado al concepto de exterogestación. Según Nils Bergman, investigador de neurociencia perinatal, los bebés nacen inmaduros y comprobó cuáles eran los beneficios para el desarrollo neurológico del contacto piel con piel con la madre.
Portman, Bostok y Kovack, también hicieron estudios en esta línea y, además, observaron que es hacia los 9 meses de edad y/o con el inicio del gateo que los bebés están preparados para empezar a investigar el mundo y es cuando estarían preparados para nacer.
Por lo tanto, esto nos hace pensar que durante los 9 primeros meses de vida, los bebés deberían continuar desarrollando su cerebro en el útero, pero, por circunstancias biológicas, esto no es posible y salimos a la vida extrauterina antes de estar preparados para hacer frente a todos los cambios que ello supone.
Por este motivo, el porteo se convierte en una herramienta muy útil para ayudar a recrear el ambiente intrauterino lo más fielmente posible. En este ambiente el bebé tiene la seguridad y protección necesaria para continuar el proceso y desarrollo, haciendo cada vez más conexiones neuronales.
Entender esto y poder ampliar conceptos más extensamente, así como conocer las bases y requisitos de un porteo ergonómico y seguro, son básicos para portear sin hacer daño al bebé ni a nosotros mismos y beneficiarnos de todas las ventajas que tiene esta práctica .
Por otra parte, es importante saber que el porteo no acaba pasado los primeros meses de vida porque «ya pesa mucho y no puedo con él» o «ya no lo necesita». Los bebés mayores o niños pequeños también tienen necesidades afectivas que podemos cubrir con el contacto físico y los portabebés siguen siendo unos grandes aliados en casos concretos. Cuando se encuentran mal y sólo quieren estar en brazos; cuando están cansados de caminar; para bajar la fiebre; ideales para hacer piel con piel, etc. El porteo ergonómico no debe resultar molesto ni para el bebé ni para el adulto, por mucho que pese el pequeño. En estos casos, en los que no se acaba de estar cómodos, aún habernos informado y creer que tenemos el portabebés adecuado, es interesante contactar con una asesora que pueda ver el caso en persona y ofrecer soluciones.
Actualmente, hay una gran variedad de portabebés en el mercado y los encontramos en muchas tiendas y grandes superficies. Por un lado este es un hecho positivo porque da a conocer esta práctica ancestral y puede invitar a algunas familias, que de otro modo no habrían oído hablar del tema, a plantearse portear a sus bebés. Pero por otro lado, es importante saber diferenciar los portabebés ergonómicos de los que no lo son, ya que con estos últimos podríamos provocar graves problemas de salud a largo y medio plazo, tanto en bebés como en el adulto.
Por todos estos motivos, os invitamos a informaros bien con personas que tengan formación específica en el tema y os puedan asesorar de forma individualizada, como podría ser haciendo los cursos que se ofrecen en la escuela de familias de esta web.