25.7.20

Herramientas de asertividad para peques y mayores



La asertividad es una habilidad social y comunicativa que consiste en conocer y expresar nuestros derechos, opiniones, ideas, necesidades y sentimientos de forma consciente, clara, honesta y sincera, respetando los de los demás. Se suele decir que la asertividad se sitúa en el punto intermedio entre dos conductas polares: la pasividad y la agresividad.
Una vez que tenemos claro lo que es la asertividad entendemos lo importante que es trabajar esta habilidad de cara a nuestra forma de relacionarnos con otras personas, tanto para nuestros hijos como para nosotros como adultos que tal vez en nuestra infancia no tuvimos la oportunidad de aprender a comunicarnos de manera asertiva, yo por ejemplo es algo en lo que sigo trabajando cada día...
Vamos a ver varias herramientas de asertividad para niños y adultos.

Proteger nuestro espacio personal

Todos tenemos derecho a que no se invada nuestro espacio personal y a que nadie nos toque si no queremos que lo haga. Y es importante que nuestros hijos entiendan esto, tanto para hacer respetar su espacio personal como para respetar el de los demás.
Por ejemplo, si soy una niña de 4 años y un familiar quiere darme un beso pero a mí no me gusta, puedo reaccionar:
  • Pasivamente (dejo que me bese y no digo nada).
  • Agresivamente (empujo o golpeo a la otra persona para que no me bese).
  • Asertivamente (le digo a la otra persona educadamente que no me apetece que me bese).
Para ayudar a nuestros hijos a ser asertivos en situaciones en las que sienten que se está invadiendo su espacio personal podemos practicar con ellos frases que pueden utilizar; como:
"No me gustan los besos ni los abrazos, pero nos podemos saludar con la mano."
"No me gusta que me empujes/pellizques/golpees."
"No me gusta que me hagan cosquillas sin preguntarme."

Proteger nuestras emociones

Al igual que protegemos nuestro físico tenemos que proteger nuestras emociones. Esto puede resultar más difícil de identificar porque es algo más abstracto, pero hay una buena manera de saber si alguien ha cruzado un límite con respecto a nuestras emociones; cuando en una situación nos sentimos heridos o tenemos una sensación desagradable (que a veces se puede sentir incluso físicamente como un nudo en el estómago) es porque no se están respetando nuestros derechos emocionales.
En ese momento, al igual que ocurría en el caso del espacio personal, podemos reaccionar:
  • Pasivamente (nos entristecemos pero no decimos nada).
  • Agresivamente (nos enfadamos).
  • Asertivamente (expresamos con nuestras palabras cómo nos sentimos porque se ha rebasado un límite emocional).
Algunas frases que podemos practicar con nuestros hijos para expresarse asertivamente en estas situaciones:
"Eso no ha tenido gracia"
"Me ha dolido lo que has dicho"
"Los amigos no se tratan así"

Expresar nuestras necesidades de forma asertiva

Esta es especialmente importante para las madres y los padres, que a veces no expresamos nuestras necesidades asertivamente y en vez de eso vamos "aguantando el tirón" (pasividad) hasta que no podemos más y tenemos una explosión de ira (agresividad). En vez de situarnos en el equilibro del término medio que nos ofrece la asertividad vamos dando bandazos entre la pasividad y la agresividad, ¿me equivoco? Yo ya os digo que todavía tengo trabajo que hacer con este tema...
A nuestros hijos les puede pasar igual si no tienen herramientas para expresar sus necesidades asertivamente, así que vamos a ver algunos ejemplos de frases que podemos utilizar:
"Estoy cansado y necesito sentarme un momento a descansar"
"Tengo mucha hambre, necesito comer algo"
"Me molesta la música tan alta, ¿podemos bajarla un poco?"

Aprender a decir 'no'

Esto es algo en lo que personalmente he tenido que trabajar mucho (y todavía sigo en ello...). Muchas personas pensamos que por decir 'no' vamos a herir a la otra persona y decimos 'sí' a cosas que realmente no nos gustan o no nos apetecen, lo que después nos hace sentir que nos han tomado el pelo, que nos hemos dejado convencer... Y muchas veces eso se convierte en resentimiento hacia la otra persona y hacia nosotros mismos por no haber sabido decir 'no'.
Se puede decir 'no' de forma asertiva para no herir a la otra persona, y si nuestros peques aprenden a hacerlo desde pequeños van a ahorrarse muchas situaciones desagradables. Cuando nuestros hijos son pequeños nos resulta incómodo que nos digan 'no', pero si pensamos que cuando sean adolescentes serán capaces de decir 'no' cuando les ofrezcan un cigarrillo o drogas, o hacer cualquier cosa que sientan que no quieren hacer, entonces nos damos cuenta de que merece la pena la "incomodidad" de que nos digan 'no' a nosotros ahora.
Algunas formas de decir 'no' de forma asertiva pueden ser:
"No, gracias"
"Voy a pensarlo, ¿vale?"
"Gracias pero no me apetece"
En función de cada situación puede haber más formas de decir no, pero un simple "No, gracias" se puede aplicar casi universalmente y los niños pueden aprender a utilizarlo desde pequeños.