11.7.20

La lectura en la filosofía Montessori

El proceso de la lectura y el de la escritura son opuestos, mientras que en la escritura es codificación (análisis) en la lectura es decodificación (síntesis). Decodificar significa interpretar un código. La lectura es la reproducción de una serie de fonemas, los cuales han sido representados gráficamente, pero ahora están sintetizados en una palabra completa que significa algo. La lectura se logra aproximadamente 6 meses después de la escritura.
La lectura tiene 3 etapas:
1. Etapa Mecánica o de Prelectura
Durante el periodo anterior, el niño se ha vuelto consciente del significado de los sonidos del lenguaje que se habla a su alrededor y ha conocido los símbolos de los sonidos. En esta etapa mostramos al niño un objeto o una figura que hace claro el significado de la palabra. El niño tiene que reconocer el sonido de cada una de las letras e irlas uniendo oralmente hasta pronunciar la palabra correctamente. En Montessori existen varias presentaciones que ayudan al niño a lograr este proceso. El aparato bucal está lo suficientemente desarrollado para permitir al niño una adecuada enunciación de los sonidos que forman a su vez palabras. El niño adquiere el tiempo y sintaxis adecuada de las palabras, lo cual proporciona al niño los medios para poder comunicar su mensaje a los demás. No sólo palabras sino expresar todo un pensamiento.
2. Etapa Interpretativa o de comprensión de la lectura
En esta etapa el lector “siente” el propósito de las palabras. Es la habilidad de comprender el estilo y términos específicos escritos por el autor.
3. Etapa de Lectura Total
Se define como la habilidad de poder integrar totalmente la palabra escrita; el ser uno intelectualmente con el autor; abstraer aquello que lee, absorber y comprender los sentimientos del autor, sentir la construcción, comprender el estilo. Es un punto de arribo para cada individuo. Por lo tanto, en la enseñanza de la lectura, uno sólo puede ofrecer al estudiante las herramientas que podrá utilizar para desarrollar esta habilidad. Así que la lectura es más que el descifrar palabras. Es una expresión directa de la comunicación verbal. El niño no aprende de repente a leer ni se le muestra automáticamente a hacerlo; más bien, la lectura es una serie de pasos de aprendizaje, cada uno de ellos siendo una extensión de una habilidad previa.
Un adulto que lee será siempre un niño que leyó.
El placer por la lectura se inicia muy temprano o no se da, por lo tanto, es en esta etapa en la que debemos empezar a trabajar para despertar el amor por la lectura que más tarde convertirá al niño en un lector asiduo y entusiasta.
Las actividades de lenguaje responden a una necesidad básica de los niños a esta edad. Las canciones, poemas, rimas, cuentos e historias están muy presentes en el día a día de un entorno Montessori. Los niños llevan un largo tiempo analizando los sonidos de las letras que van reconociendo fonéticamente. Además del juego del análisis de sonidos, hay muchas otras actividades, tanto en vida práctica como en sensorial, que preparan indirectamente el brazo y la mano al gesto del trazado de las letras, y los dedos a la sujeción del lápiz. Los símbolos del lenguaje escrito se exploran sensorialmente en el aula: se ven, se tocan y se oyen. Cuando el niño está listo, tiene todas las herramientas necesarias para empezar a formar palabras y frases.
La escritura está directamente relacionada con algo que se quiere comunicar. Ésta es la función primordial de la escritura, y así lo transmitimos al niño. Primero, los niños tienen la necesidad de comunicar lo que piensan, algo que quieren contar o un mensaje que le quieren escribir a alguien.
La lectura- entendida como la curiosidad por saber lo que otros piensan, lo que otros quieren comunicar… llegará más tarde. Llegará cuando uno ya haya podido expresar lo propio. Siempre partimos de uno mismo para luego podernos abrir al otro.