15.7.20

Comprende y educa a tu hijo de 2 años

Puede parecer muy complicado disciplinar a tu hijo de 2 años, empieza a mostrar su personalidad y el dulce bebé, a veces parece un rebelde niño pequeño. En realidad, esto es algo bueno, porque está mostrando su carácter y formando su personalidad. Ahora, las rabietas están a la orden del día porque tu pequeño sabe qué quiere pero no sabe cómo expresarlo correctamente.
Imagina esta situación: estás en casa trabajando y tu hijo de 2 años se acerca con su libro favorito para que se lo leas. Le dices que no puedes en ese momento pero que se lo leerás después. No quiere un “no” como respuesta y se enfada. Puede ser una rabieta pequeña o una descontrolada.
Hay padres que se sienten desbordados ante estas situaciones y no saben bien cómo controlar estos momentos y qué hacer para que su pequeño tesoro entienda las cosas. Pero cuando los niños tienen 2 años, no te van a comprender… ¡tienes que comprenderlos tú primero para educarle correctamente!

¿Qué tienes que hacer?

Las rabietas son normales en el crecimiento de los niños. Es la forma en que tu pequeño de 2 años expresa sus frustraciones cuando no tiene las palabras o el lenguaje adecuado para decirte lo que necesita o lo que siente. De este modo tu hijo aprende a enfrentar los nuevos desafíos y las decepciones.
Pero hay maneras de responder a los arrebatos o al mal comportamiento de tu pequeño sin afectarle negativamente y que su desarrollo no se vea comprometido. Por eso, a continuación, vamos a darte algunas herramientas para que seas capaz de educar y disciplinar a tu pequeño torbellino. Podrás cambiar un momento de caos por otro más pacífico.

No quieras usar la lógica

El cerebro del niño no se presta a la lógica. De hecho, la lógica ni siquiera comienza a arraigarse hasta los 6 o 7 años. Ofrecer explicaciones interminables sobre por qué un niño no puede hacer algo solo agota tu energía y te hace sentir frustrado. Es por eso que decirle a un niño de 2 años algo como: “se acabó el tiempo del parque, tenemos que irnos a casa” solo le enfurecerá.
Niño 2 años
En lugar de dar explicaciones, di lo que ves y describe lo que está pasando sin juzgar y con cariño. Esto ayudará al pequeño a saber que le comprendes y a sentirse mejor sin tener que llegar a explotar en una rabieta. Por ejemplo: “Cariño, he visto que has pegado a tu hermano por el juguete, vamos a pedírselo con buenas palabras”.

Solo sucede una vez

¿Alguna vez llevaste a tu hijo a la tienda y le compraste un juguete o un regalo? Posiblemente, la próxima vez que fuiste a la tienda escuchaste: “¡Pero siempre me compras un juguete!”. Los niños viven casi por completo en el momento, y lo que sucede en ese momento es TODO su mundo.
Lo que está sucediendo en este momento, para tu hijo, es todo lo que existe. Entonces, cuando algo sucede una vez, el niño esperará que suceda siempre. Cuando tu hijo se quede despierto hasta tarde una noche, esperará quedarse despierto hasta tarde la noche siguiente. Cuando tu hijo reciba una galleta antes de la cena una noche, esperará recibir una galleta antes de la cena la noche siguiente.
Al disciplinar a un niño de 2 años, puedes mantener todo igual para siempre, pero eso no es realista. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer:
  • Ofrece rutinas siempre que sea posible
  • Hazle saber a tu hijo que le comprendes, ayúdale a expresar sus emociones poniéndole palabras
  • Ayúdale a hacer frente al cambio y trabaja la resolución de problemas
Por ejemplo, siguiendo el ejemplo de la tienda de juguetes, se le puede decir algo como: “¿Pensaste que te iba a comprar un juguete hoy? Tiene que ser difícil para ti saber que no va a ser así. Pero puedes ponerlo en tu lista de cumpleaños. Lo escribo en tu lista y así no se nos olvida, ¿vale?”.
Educar a los niños de 2 años lleva tiempo, y necesitarás mucha paciencia para que todo vaya bien. Es muy importante que les reconozcas sus fortalezas, que respondas a sus preguntas y que sobre todo, entiendas y comprendas que sus rabietas son normales. Intenta no perder la calma nunca y guiarle en su proceso de crecimiento.