Cuando
los niños son pequeños los padres hablan delante de ellos sobre
diferentes temas sin pensar en si es un buen tema o no para sus
pequeños, porque como “no entienden” lo que se habla, no importa. A
medida que los niños crecen sus padres pueden seguir teniendo esta
costumbre, sin darse cuenta de que los hijos sí comienzan a entender lo
que escuchan y hay conversaciones que es mejor mantener en privado, ¡los niños no tienen que escuchar todo!
Si bien es cierto que la sinceridad con los hijos es necesaria, también es necesario entender que ellos, no pueden participar en una conversación de adultos porque su madurez cognitiva no está desarrollada. Pueden interpretar mal algunas cosas o simplemente pueden no estar preparados para escuchar otras.
Hay que tener especial cuidado en las reuniones familiares donde los adultos comienzan a hablar y con el calor del momento no se dan cuenta de que están los niños presentes. Es peligroso hacer esto y es mejor evitarlo a toda costa.
Aunque los niños no entiendan lo que estás diciendo o no te pregunten nada, pueden confundir lo que dices y lo que es peor, pueden asustarse de tus argumentos, porque no los comprenden. ¿Te imaginas que tienes una conversación importante en familia y luego tu hijo lo cuenta en la escuela porque no entiende ni lo que dijiste ni lo importante que es no contarlo? Y si lo cuenta, no es culpa suya, puesto que no debería haber presenciado esa conversación.
Si bien es cierto que la sinceridad con los hijos es necesaria, también es necesario entender que ellos, no pueden participar en una conversación de adultos porque su madurez cognitiva no está desarrollada. Pueden interpretar mal algunas cosas o simplemente pueden no estar preparados para escuchar otras.
Cosas de mayores
Cuando los niños comienzan a entender lo que los adultos hablan, en ocasiones los padres para que los niños no quieran saber todo lo que se habla, les dicen cosas como “son cosas de mayores”. De esta manera los padres piensan que así los hijos dejarán de escuchar la conversación. Pero si están delante mientras hablan, escucharán todas y cada una de las palabras que digas.Hay que tener especial cuidado en las reuniones familiares donde los adultos comienzan a hablar y con el calor del momento no se dan cuenta de que están los niños presentes. Es peligroso hacer esto y es mejor evitarlo a toda costa.
No hables delante de tus hijos
No hables delante de tus hijos cosas que es mejor que calles porque puede llegar a ser peligroso. Los niños escuchan y aunque parezca que no entienden, lo hacen mejor de lo que piensas. Y si no lo comprenden en ese momento, puede que se le queden grabadas en su memoria tus palabras y que cuando crezca, entienda perfectamente lo que querías decir. Incluso cuando creas que no te están escuchando, lo hacen.Aunque los niños no entiendan lo que estás diciendo o no te pregunten nada, pueden confundir lo que dices y lo que es peor, pueden asustarse de tus argumentos, porque no los comprenden. ¿Te imaginas que tienes una conversación importante en familia y luego tu hijo lo cuenta en la escuela porque no entiende ni lo que dijiste ni lo importante que es no contarlo? Y si lo cuenta, no es culpa suya, puesto que no debería haber presenciado esa conversación.
Conversaciones que no debes tener delante de tus hijos
Hay conversaciones banales como qué vais a comprar en el super o cuándo iréis a ver a los abuelos, que los niños sí pueden estar delante. Además, es necesario tener en cuenta que es importante poder hablar de todo con los hijos, pero cada cosa a su tiempo. Hay otros temas quizá más complicados para ellos de comprender, que es mejor no hablar delante de ellos. Si crees que hay cosas que no tienen que escuchar, es porque no deben hacerlo. Si no sabes a qué temas nos referimos, no pierdas detalle:- Criticar a otras personas
- Hablar sobre temas sexuales
- Hablar sobre problemas económicos
- Hablar sobre problemas relacionados con la vivienda
- Los conflictos de pareja
- Los conflictos relacionados con seres queridos (tíos, abuelos, etc.)
- Hablar sobre enfermedades o personas enfermas
- Hablar temas difíciles, como la muerte de un ser querido