10.7.20

Aprender a guiar desde la práctica

El enfoque personalizado que ofrece y el entorno en el que se encuentra hacen del Montessori Institute of San Diego (MISD) un centro de formación único que atrae a estudiantes de todo el mundo. Con una escuela de prácticas propia, el instituto les permite convertirse en guías Montessori experimentando los valores que caracterizan a una pedagogía que sus docentes también enseñan en universidades y centros de otros países.

  
El Montessori Institute of San Diego (MISD) es una organización sin ánimo de lucro que viene formando a maestros Montessori en el barrio La Jolla de la ciudad de San Diego (California, EEUU) desde 1996. Fundado por la doctora Silvia C. Dubovoy, psicóloga y formadora por la Asociación Montessori Internacional (AMI), el centro de formación comenzó con nueve estudiantes matriculados en el curso de nivel Primary para edades de 3 a 6 años. Desde sus comienzos, el instituto ha ido recibiendo cada año a más estudiantes y abriendo cursos adicionales para abarcar toda la riqueza del currículo Montessori desde el nacimiento hasta los 12 años de edad.

 Una vida dedicada a Montessori
 La doctora Silvia C. Dubovoy ha estado involucrada en la educación Montessori desde 1965. Está en posesión de diplomas de la Asociación Montessori Internacional (AMI) de Assistants to Infancy, Primary y Special Needs, así como del título de doctora en Psicología por la Universitat de Barcelona. Es profesora, examinadora y consultora de la AMI. Consejera de la AMI, con sede en Ámsterdam, desde 1982 hasta el 2010, la doctora Dubovoy presta servicio en el AMI Research Committee y es una de las representantes de la AMI ante las Naciones Unidas. Ha sido una destacada profesora clínica en la Universidad de San Diego e instructora en el Master of Education in Curriculum and Instruction, Montessori Specialization, desde el 2009 hasta el 2011.En la actualidad, es profesora visitante para el Master in Montessori Education en la Universidad Loyola Maryland (EEUU) y en el programa Máster en Pedagogía Montessori de la Universitat de Vic (Barcelona). En 1996, fundó el Montessori Institute of San Diego (MISD) en La Jolla (California, EEUU), del que es directora desde entonces.

La doctora Dubovoy tuvo el privilegio de trabajar junto al doctor Carl Rogers, el fundador del enfoque centrado en la persona o humanista de la psicología, durante diez años. El doctor Rogers es considerado uno de los psicólogos estadounidenses más influyentes, y su enfoque permea todos los aspectos de la filosofía y la práctica del instituto. En palabras de la directora de formación la doctora Dubovoy: "Una solo puede entender la fuerza de la visión de Maria Montessori cuando ha sido personalmente tocada por ella". Con este fin, el Montessori Institute of San Diego ofrece a alumnos adultos la oportunidad de aprender el modelo Montessori experimentando por sí mismos los valores centrales que subyacen a la teoría de Montessori sobre los niños. Estos valores centrales son:
  • - Los niños merecen una aceptación y un amor incondicionales. Para que los adultos puedan brindárselos, deben experimentarlos por sí mismos.
  • - Los niños merecen un lugar para aprender que esté hecho a la medida de sus necesidades, periodos sensibles al aprendizaje e intereses individuales. También los adultos merecen lugares para aprender que estén hechos a la medida de sus necesidades e intereses.
  • - Los niños necesitan oportunidades para construir individualmente el significado interactuando con las personas y materiales de su entorno. Los alumnos del MISD construyen significado individual observando presentaciones y realizando horas de observación en una clase AMI. Los estudiantes manifiestan con frecuencia que el significado más profundo surge durante las horas de práctica supervisada con compañeros y las muchas horas de discusión en el aula.
  • - Los niños ven el mundo de maneras cualitativamente diferentes, en parte en función de su desarrollo y en parte en función de su empeño en satisfacer sus necesidades. En el MISD, creemos firmemente que, igual que los maestros con formación AMI tienen que estar preparados para individualizar sus respuestas e interacciones con los niños, los formadores AMI tienen que estar preparados para ajustar sus respuestas e interacciones a la amplia diversidad de los alumnos adultos.
Para lograr este enfoque personalizado de la formación Montessori, el instituto ha hecho suya la misión de crear un lugar en el que los alumnos adultos puedan convertirse en personas expertas, tranquilas, que tengan una profunda comprensión de las leyes del desarrollo humano y tomen conciencia de su papel en la vida de otros. En el MISD, trabajamos para construir una comunidad de aprendices que puedan ofrecerse unos a otros una aceptación y un apoyo incondicionales en su desarrollo. El graduado ideal de nuestro centro de formación llega a los niños y apoya igualmente a sus padres y madres para la mejora de la sociedad. "Queremos preparar a educadores que no solo estén aprendiendo un sistema de educación, sino que se impliquen en su propio desarrollo sano de manera que guíen a los niños más eficazmente", dice la doctora Dubovoy.
Un centro en crecimiento
Desde su primer curso con nueve estudiantes en 1996, el Montessori Institute of San Diego ha ido creciendo continuamente, sobre todo gracias a la transmisión oral. En menos de veinte años, ha expedido diplomas a 560 maestros de Primary (etapa 3-6 años), 150 maestros Assistants to Infancy (etapa 0-3 años) y 100 maestros de Elementary (etapa 6-12), incluyendo a los que esperan recibir sus diplomas en junio del 2015.
Tanto el enfoque personalizado como el hermoso entorno de La Jolla hacen del MISD un destino muy atractivo para candidatos de todo el mundo que buscan una formación AMI. Los estudiantes asisten a clases en módulos estivales consecutivos o durante un curso académico completo.
En el enfoque modular, se dedican dos o tres veranos consecutivos a discutir la teoría, observar presentaciones y participar en prácticas supervisadas. En todos los niveles, los cursos del MISD atienden por igual a hispanohablantes y angloparlantes y, en algunos casos, los profesores que hablan otras lenguas traen a sus propios traductores.
El centro de formación tiene también su propia escuela de prácticas, reconocida por la Asociación Montessori Internacional de Estados Unidos. Todos los días recibe a 63 niños y niñas cuyas edades van, actualmente, desde los 18 meses hasta los 9 años. Esperamos que en el 2016 sea hasta los 12. Los estudiantes pueden observar a los niños trabajando en estas aulas y analizar de primera mano los principios Montessori que están estudiando.
Ubicada en una zona de San Diego dominada por múltiples campus de la Universidad de California, el Montessori Institute se beneficia de la rica cultura intelectual y artística que aporta una universidad importante. Pero la influencia del MISD se extiende mucho más allá de los límites de la ciudad de San Diego. Con los años, y de acuerdo con su misión de facilitar el aprendizaje Montessori, el instituto ha enviado a docentes a enseñar al extranjero e incluso ha creado centros de formación completos en diferentes partes del mundo.
El impulso para su expansión internacional comenzó en 1997, un año después de establecerse el centro de formación. Después de dar su curso matutino en San Diego, la doctora Dubovoy impartía un curso vespertino en Tijuana (México). Esta fue la primera experiencia internacional. Durante la década siguiente, la doctora Dubovoy y su profesorado dirigieron talleres en Taiwán, China, Canadá, México, España, Noruega y Suecia, y en cada ocasión regresaban a la sede para compartir los relatos de los viajes y nuevas perspectivas de la vida con los estudiantes del MISD.
En algunos casos, como en Buenos Aires, el MISD ayudó a establecer exitosos centros de formación AMI. La Fundación Argentina Maria Montessori ha diplomado a una media anual de veinte maestros de Primary (3-6 años) desde el 2009 y sigue creciendo y apoyando entornos Montessori para familias de bajos ingresos.
En el 2015, el MISD está iniciando un curso de Primary en Costa Rica, con la idea de crear un centro de formación costarricense. El plan es que el MISD lance el programa y lo apoye hasta que algunos maestros del país se conviertan en formadores y puedan continuar el trabajo.
Compartir el conocimiento
Al cabo de los años, el MISD ha colaborado con varias universidades para ofrecer a los estudiantes oportunidades únicas de recibir formación AMI al tiempo que obtienen sus títulos tradicionales de educación superior. La colaboración más antigua comenzó en 1998 con la Universidad Loyola Maryland, en Estados Unidos, y continúa en la actualidad. El Loyola Master of Education in Montessori Education convalida créditos obtenidos en un nivel de la formación AMI en el Montessori Institute of San Diego para el título de Loyola y puede completarse en general en menos de seis meses después de la graduación AMI.
En el 2009, el MISD también colaboró en el Master of Education in Curriculum and Instruction con la especialización en Montessori a través de la Universidad de San Diego. En este riguroso programa de trece meses se graduaron dos cohortes de estudiantes que llevaron a cabo investigación-acción original y obtuvieron diplomas AMI para el nivel 0-6.
En el 2010, junto con el CCE Montessori-Palau, de Girona, el MISD firmó un acuerdo con la Universitat de Vic (Barcelona) para impartir el Máster Oficial Europeo en Pedagogía Montessori para niños desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. Los estudiantes que cursan este máster pueden ingresar en el periodo de investigación del Programa de Doctorado en Innovación e Intervención Educativa en Entornos de Diversidad de la Universitat de Vic.
En los tres casos, la doctora Dubovoy actúa como profesora visitante en la universidad con la que colabora, lo que permite que sus estudiantes reciban simultáneamente formación Montessori de calidad y práctica y títulos académicos oficiales.
El MISD está comprometido también con el estudio de la investigación científica y las teorías pedagógicas actuales y celebra conferencias multidisciplinarias abiertas al público en las que oradores de otras áreas enriquecen la visión de la educación de los estudiantes. Entre los oradores que han intervenido están el doctor Steve Hughes, expresidente de la American Academy of Pediatric Neuropsychology y experto en educación y desarrollo cerebral, y la doctora Adele Diamond, neurocientífica de la Universidad Columbia Británica, de Canadá, que habla de las implicaciones de su investigación sobre las funciones ejecutivas para la práctica habitual de la pedagogía Montessori.

La experiencia, en primera persona 
“Cuando llegué al MISD, no sabía, en realidad, qué esperar. A todos los efectos, yo era ajena al enfoque de Maria Montessori. Aunque ya era doctora en Psicología Evolutiva Aplicada, había tenido un contacto muy limitado con la teoría evolutiva de la doctora Montessori. A pesar de trabajar en colleges of Education, formando a maestros de Educación Infantil y de Primaria, no tenía mucha idea de sus innovaciones educativas. Empecé a interesarme por el enfoque Montessori en la escuela de posgrado observando los sorprendentes avances de uno de los niños de los que me ocupaba. A los 3 años, hablaba muy bien y demostraba el deseo de escribir, contar y explorar su mundo. Era diferente de cualquier otro niño que yo hubiese cuidado, aunque yo sabía bastante de psicología evolutiva para darme cuenta de que aquello no se debía a la herencia, sino a su ambiente, tanto en casa como en la escuela. Años más tarde, como madre que buscaba una experiencia educativa precoz para sus propios hijos, busqué Montessori y disfruté viendo cómo se desarrollaban en su entorno Montessori. Cuando me desilusioné con la experiencia de formar a maestros de infantil y primaria para trabajar en contextos poco acogedores, miré de nuevo a Montessori, esta vez para mi propio crecimiento personal.Lo primero que te sorprende cuando empiezas en el centro es la profundidad de la diversidad de la población estudiantil. Estoy estudiando junto a mujeres de más de media docena de países diferentes, que representan al menos tres confesiones religiosas distintas y que hablan una multitud de lenguas (maternas y como segunda lengua). Aunque yo misma estoy cayendo en la angustia de las mamás superocupadas, dadas nuestras limitaciones de tiempo compartido y las ocupaciones propias de las madres, disfruto de los momentos que paso con cada una de las estudiantes de mi grupo. Ha sido fascinante ver cómo experimentamos los materiales y la teoría de forma diferente basándonos en nuestras experiencias pasadas. Y ha sido asombroso escuchar a cada una de ellas y aprender de ellas.Ser estudiante en el MISD es formar parte de una comunidad, tanto de la nuestra en el instituto como de la comunidad AMI más amplia, que sirve a los niños. Una actividad que tengo siempre presente es cuando hicimos collages representando nuestra experiencia de vida y esperanzas para el futuro. Esta actividad nos cambió profundamente como grupo. Descubrimos las pasiones y pasado de las demás. Descubrimos que todas llegamos a Montessori no solo por nuestra pasión por los niños, sino por nuestra pasión por un tipo diferente de educación para los niños. Muchas de nosotras tenemos el mismo interés que tuvo la doctora Montessori: el deseo de cambiar el mundo potenciando a los niños a través de la educación. Llegamos a vernos unas a otras como supervivientes, soñadoras y cuidadoras. Seguimos creciendo cuando observamos a cada una de las otras haciendo frente al agotamiento físico y mental que conlleva el programa. Las demandas son rigurosas y tenemos que apoyarnos mutuamente cuando tratamos de permanecer sana y cognitivamente interesadas aunque nos sintamos saturadas de información.Por último, ser estudiante en el MISD implica hallar la paz interior. Si hay una lección que hemos aprendido de nuestras observaciones y nuestra comunicación es que no seremos capaces de asistir y apoyar plenamente a los niños salvo que seamos plenamente conscientes de nosotras mismas. Hemos aprendido que tenemos que conocer nuestras propias limitaciones y trabajar para satisfacer nuestras propias necesidades para que, cuando entremos en el aula, podamos estar plenamente presentes como guías. En muchos sentidos, el instituto da la sensación de alivio. Situado en una ladera, para llegar al centro de formación, tienes que subir la colina o bajarla. Esos pasos cotidianos nos dan la oportunidad de (re)centrarnos en los pasos que tenemos que dar a diario para convertirnos en adultas preparadas”.Heather Davis-Bauer, clase de Primary del 2015
Convertirse en guía Montessori
Durante sus estudios en el MISD, los estudiantes adquieren unos fuertes hábitos de observación, reflexión y experimentación que les servirán como herramientas durante su carrera profesional. Siguen el currículo estándar AMI, que abarca: filosofía Montessori y psicología infantil; currículo Montessori de Matemáticas, Lengua, Ciencias Físicas y Biológicas, Ciencias Sociales, Música y Artes; uso práctico de materiales manipulativos especialmente diseñados (laboratorio); sesiones de práctica supervisada con los materiales; adquisición de destrezas de observación; práctica docente en auténticas aulas Montessori; gestión del aula y mantenimiento de expedientes, y destrezas de manufactura de materiales para equipar el aula de acuerdo con los principios Montessori.
Más allá de estos aspectos básicos, los estudiantes aprenden que la auténtica práctica eficaz está siempre sustentada por una comprensión dinámica de la filosofía global del desarrollo del niño de la doctora Montessori. Los estudiantes aprenden a identificar hitos del desarrollo del niño y a fomentar las condiciones para cada uno los alcance a su propio ritmo; esto es "seguir al niño". El egresado del MISD reconocerá en cada niño el maestro interior que lo guía a hacer lo más beneficioso para sí en cada momento y lo ayudará a conseguir por sí mismo la independencia. El resultado es una carrera de estudios equilibrada e integrada que aborda tanto el arte como la ciencia de la profesión docente.
Los estudiantes que se matriculan en programas del instituto provienen de todos los ámbitos académicos y profesionales y de muy diversas condiciones sociales. Unos están trabajando para añadir un título tradicional de grado a sus títulos educativos, mientras que otros son profesionales establecidos que procuran ampliar sus conocimientos o desarrollar destrezas y competencias en una nueva área que ofrece una carrera profesional gratificante y oportunidades de trabajo en todo el mundo. Respecto a su país de origen, la mayoría de los estudiantes proceden de Estados Unidos, pero también hay estudiantes internacionales, principalmente de México, China, Taiwán, India y Canadá.
DEMOGRAFÍA DEL MISD (curso 2014-15)
ProgramaAlumnosMujeresHombresEstudiantes internacionales
A-I (0-3)
(sesiones estivales)
2727 5
A-I (0-3)2020 5
Primary (3-6)
(sesiones estivales)
2525 1
Primary (3-6)3029111
Elementary
(6-12)
(sesiones estivales)
62501222
Elementary
(6-12)
151144
Total1791621748
% 91%9%26,81%
Nuevas iniciativas
En el verano del 2014 comenzó en medio de mucha expectación el primer curso de Educación Inclusiva, en el que un selecto grupo de 33 maestros y maestras Montessori de todo el mundo se reunieron para barajar estrategias únicas con el fin de prestar servicio a niños y niñas con diferencias conductuales, de aprendizaje y físicas en el entorno Montessori. Lo distintivo de este programa fue la colaboración entre formadores AMI y médicos, la integración de la investigación médica más actual sobre las necesidades especiales con la sabiduría encarnada que proviene de haber estudiado la mente y el espíritu del niño como profesional de la educación. Los estudiantes generaron unas visiones prácticas enraizadas en una ideología común y compartirán estudios de casos durante el verano del 2015.
Otras ofertas en el futuro próximo serán un curso sobre Educación Bilingüe en entornos Montessori (metodología y materiales) y cursos de formato alternativo que permitan al MISD llegar a un conjunto más amplio de estudiantes, particularmente los que están aislados en determinadas partes del mundo, con programas que los potencien para cambiar la vida de los niños y niñas en sus propias comunidades.
Cuando la doctora Dubovoy cumple casi veinte años al frente del MISD, la organización ha llegado a un punto de expansión exponencial desde el que no puede volver atrás. El MISD es, y ha sido siempre, un embajador para los niños y niñas de todas las nacionalidades, religiones y culturas de todo el mundo. Ese espíritu intrépido impulsa nuestro trabajo y nos lleva siempre a encarar nuevas empresas.