15.7.20

8 frases que provocan inseguridad y enfado en tus hijos… ¡no las digas!

Todos sabemos que las palabras tienen un gran poder en las personas. Si bien es cierto que las acciones enseñan, las palabras pueden clavarse como un puñal en el corazón cuando no se emplean bien. En este sentido, es importante que los padres sepan escoger bien las palabras que quieren transmitir a sus hijos, pero también tienen que saber seleccionar bien aquellas que no deben decir.

Frases que generan inseguridad en tus hijos

A continuación vamos a mostrarte una selección de frases que aumentan la inseguridad de tus hijos, y que antes de decirlas es mejor que te calles y pienses las cosas.

1. ¿Tengo que decírtelo 100 veces?

Esto es un clásico. Al decirles a tus hijos: “¿Tengo que decirte esto 100 veces?”, básicamente te estás quejando de cuánto necesitas decirle las cosas, como si no te estuvieran escuchando. En lugar de esto intenta decir: “Ya te dije esto antes, pero, ¿podrías por favor…?” De esta manera, conseguirás que los niños sientan que deben cumplir y no tendrás que repetir las cosas muchas veces. Además, asegúrate de que tus hijos realmente te están escuchando cuando les hablas.

2. Los niños mayores no hacen eso

Un ejemplo muy común de esto es “los niños (o niñas) mayores no lloran”, generalmente seguido de “llorar es solo de bebés”. Ya sea que esté llorando o cualquier otra cosa, deja que los niños sean niños. Si hay algo de lo que no estás satisfecho, nunca uses su edad como excusa. En cambio, trata de decir: “No creo que sea una buena idea hacer eso porque…”.

3. Eso es solo para niños (o niñas)

Limitar a los niños y niñas a lo que pueden y no pueden hacer en función de su sexo les dice que hay ciertas maneras en que los niños deben comportarse y ciertas maneras en que las niñas deben comportarse y si no cumplen, está mal. Pone a los niños en burbujas y crecen creyendo en roles tóxicos de género social. En cambio, trata de decir: “No es buena idea que hagas eso”.

4. Estoy decepcionado contigo

Por mucho que la decepción sea un sentimiento muy válido, decirles esto a tus hijos puede causarles una cicatriz emocional. Muchas personas crecen creyendo que son una decepción para sus familias porque sus padres les dicen esto sin pensar durante toda su vida. En lugar de esto intenta decir algo como: “No estoy contento con tus acciones. Por favor, evita hacer ‘eso’ en el futuro”.
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5. O me haces caso o…

Sin duda, esto suena más como una amenaza que cualquier otra cosa. Usar el miedo para disciplinar a los niños no es saludable y generalmente es contraproducente. Simplemente explica por qué quieres que se haga algo y será más probable que lo cumplan. Por lo que, en lugar de esto, es mejor que digas algo como: “Por favor, haz ‘esto’ porque ‘eso’ no es lo correcto”.

6. Porque lo digo yo

El enfoque “como yo diga o nada” o “porque yo soy un adulto y tú un niño” puede haber sido utilizado durante mucho tiempo, pero eso no lo convierte en la forma correcta de disciplinar a los niños. Hace que los niños sientan que sus opiniones no son válidas simplemente porque son jóvenes. En lugar de eso explica por qué quieres que se haga algo de una manera determinada.

7. Vives bajo mi techo, así que sigues mis reglas

Otra cosa que a muchos padres les encanta decir. Estas declaraciones hacen que tu hijo se sienta incómodo en su propia casa y que además de estar al límite emocionalmente, tenga ansiedad. En lugar de esto, es mejor decir cosas como: “Tú conoces las reglas de esta familia, no olvides cumplirlas”.

8. Así es cómo me crié yo

Aunque aprendemos mucho sobre la crianza de los hijos en función de cómo fuimos criados nosotros, es muy cerrado de mente rechazar la solicitud de un niño o condenar sus acciones diciendo “así fue como me criaron a mí”. En lugar de eso, explícale a tu hijo por qué te sientes de cierta manera en lugar de apresurarte a “apagarlo” con esa frase. Puedes usarlo como ejemplo, pero no debería ser tu argumento principal. En lugar de esto podrías decir cosas como: “No creo que sea buena idea hacerlo. Mis padres solían decirme que esperase a que callaran los adultos antes de hablar”.