20.8.20

Entrevista a Carmen Guaita

 Entrevista a Carmen Guaita | El Blog de Educación y TIC

Docencia profesión para el diálogo

Carmen Guaita, escritora, maestra y experta en temas educativos. Ha sido vicepresidenta de ANPE durante varios años. Ha participado en una de las mesas redondas realizadas durante el seminario organizado por el MPpU sobre “Educación para el diálogo”.
Ha accedido a concedernos esta pequeña pero riquísima entrevista

dialogar significa pensar a dos, poner en juego el pensamiento y la determinación para llegar a un objetivo común, que permanece incógnito cuando el diálogo comienza pero que se resuelve siempre en un destello durante el cual se tiene consciencia de la fraternidad

Esta frase expresada al final de la entrevista nos parece la más trascendental en cuanto que nos recuerda que el diálogo verdadero entre las personas tiene como fruto la fraternidad. Nuestra asociación nace y crece con el deseo de fomentar una cultura de la fraternidad. Carmen contesta a nuestras preguntas demostrando que el diálogo entre maestro y alumno y entre personas en general nos lleva a una realidad superior.

Entrevista:

Carmen queremos hacerte solo dos preguntas, puesto que tu disertación en el seminario podemos verla íntegra en la web.

1. Podrías decirnos cuales han sido las ideas claves de tu intervención en la mesa redonda: “El diálogo como competencia educativa.

Inmediatamente después del diálogo amoroso con los padres, el ser humano encuentra por primera vez a los hombres en el ámbito escolar. Y allí, encuentra también a su maestro. Sea joven o maduro, hombre o mujer, en el perfil del docente está siempre, en el principio, la palabra. Entre todas las profesiones –actividades que se profesan, es decir que implican un compromiso vital del que se puede hablar- los docentes son, sobre cualquier otra consideración, los profesionales del diálogo. Maestros y alumnos se comunican cara a cara, justificando cada mañana la posición erguida del ser humano frente a las otras especies, afirmándose en el lugar que ocupan sin dejar de afirmar al otro. Durante cada curso escolar, conectan profundamente sus vidas en un espacio donde todos aprenden: el adulto mira el mundo con los ojos de los niños; estos lo descubren con la mirada del maestro. Actúan modificándose la vida mutuamente, creciendo como personas.
En ese diálogo, el maestro comparte con el alumno sus conocimientos – claro está- pero también sus convicciones y expectativas, su voluntad, su percepción de la sociedad en actualidad y en proyecto, su visión del papel que cada persona juega en el mundo. En realidad, comparte sus valores, por eso el diálogo se desenvuelve en la más compleja riqueza de lo humano, y es tan difícil de explicar que, como diría Lope de Vega, solamente quien lo probó lo sabe. Desde luego, no está afectado por los nuevos modos de comunicación, que son simples herramientas. Ahora bien, precisamente porque es un diálogo que personifica, es también un diálogo que trasciende las fronteras físicas del aula para modificar la realidad del centro, de su entorno y, de manera trascendente, de la sociedad.

2. Qué te parece fomentar el diálogo como competencia educativa

Dialogar implica adquirir conciencia de las propias capacidades y de las de otro; y encontrar las estrategias necesarias para desarrollarlas en busca de un fin común. Para cada interlocutor implica disponer de motivación, confianza en sí mismo y gusto por escuchar, aprender y aportar. Comporta el uso de la atención, la concentración, la memoria, la comprensión y la expresión lingüística o la motivación de logro, entre otras. E incluye, además, habilidades para obtener información y transformarla en conocimiento propio. Toda esta parafernalia puede reducirse a pocas palabras: dialogar significa pensar a dos, poner en juego el pensamiento y la determinación para llegar a un objetivo común, que permanece incógnito cuando el diálogo comienza pero que se resuelve siempre en un destello durante el cual se tiene consciencia de la fraternidad