El sentimiento de capacidad está íntimamente ligado a la felicidad. Por esa razón, si nuestros hijos e hijas se sienten confiados y capaces, si sienten que pueden hacer las cosas por sí mismos y aprender en el proceso, serán personas decididas, con confianza y seguridad en sí mismos.
Y esto es algo que no solo podemos, sino que debemos trabajar desde que son pequeños.
La psicóloga y autora de cuentos infantiles, Begoña Ibarrola, nos cuenta en uno de los cursos de nuestra plataforma que “que se sientan seguros y capaces es muy importante para su desarrollo emocional y para su crecimiento sano y equilibrado”.
Como explica la psicóloga, “la seguridad en uno mismo nace del convencimiento de que uno es valioso, que uno tiene cosas que aportar a los demás. Pero también del convencimiento de que, aunque estén en situaciones nuevas o se expongan a experiencias innovadoras, van a salir con éxito”.
Mi hijo no se siente capaz
Si en casa tenéis esta situación, si detectáis que a vuestro hijo/a le cuesta atreverse a hacer cosas nuevas, deberíais saber que “los niños y niñas con baja capacidad para sentirse seguros temen tremendamente los errores, creen que equivocarse es un drama y nosotros les tenemos que transmitir que no es así”, nos explica Begoña Ibarrola, “que aprender es equivocarse, volverse a equivocar y luego hacerlo bien, a la tercera o a la cuarta”.También apunta que los niños y niñas que no se sienten seguros suelen tener una baja autoestima, piensan que los demás valen más que ellos, que las opiniones de los demás tienen más peso que las suyas y todo esto les conlleva sufrimiento emocional, porque piensan que están en inferioridad de condiciones con respecto a los demás y que la vida les presenta retos que ellos no pueden abordar.
¿Qué podemos hacer para empoderarles?
Begoña Ibarrola nos aconseja que:- Le hagamos ver que es un ser valioso, único y especial.
- Potenciemos su autoestima, valorando sus aciertos y minimizando los errores, sin poner el foco siempre en aquello que se le da mal o aquello en lo que se equivoca.
- Hagámosle ver que cuando hace algo nuevo, es normal que no le salga bien a la primera. Ayudémosle a que persista, que se esfuerce por hacerlo cada vez mejor.
- Sé modelo y ejemplo de que las cosas a la primera no suelen salir bien. Y que, sin embargo, aunque nos equivoquemos, no perdemos la confianza en que a la segunda, tercera o cuarta vez lo podemos hacer mejor.
- Hablad con vuestros hijos de su autoestima. La autoestima se construye desde bien pequeños haciéndoles ver que tienen talentos y capacidades, pero que también tienen limitaciones. Y cuando se enfrenten a una limitación o un problema, recordadles sus talentos, sus capacidades y sus logros.
- Las críticas que sean siempre positivas. Es muy importante que todos nuestros mensajes, aunque sean de crítica, respeten su autoestima y nunca sean de desvalorización.
- Que se sientan con capacidad para tomar decisiones. Esto debemos practicarlo desde que son pequeños, adaptando las opciones a su edad, pero debemos ir dándoles esa posibilidad de tomar decisiones por pequeñas que sean para que, justamente, aprendan a decidir y se sientan capaces.