CUANDO EL NIÑO SIENTE RECHAZO AL BAÑO: IDEAS Y CONSEJOS
El momento del baño puede convertirse en una tortura familiar o en uno de los momentos más molones del día.
Desde que nos mudamos el momento del baño cambió porque en nuestro piso no hay bañera, sino ducha, pero más que verlo como un problema con el tiempo lo vi como una ventaja: ahorro de agua, agilidad, más fácil entrar y salir, más accesible para el peque.
El momento del baño tiene 3 alicientes para el niño que tenemos que potenciar:
Agua: un foco de interés brutal, por ser un medio diferente al habitual. A nivel sensorial es increíble para ellos.
Autonomía: momento para hacer cosas por sí mismo y sentirse realizado, sentir la sensación de logro y reforzar su autoestima.
Juego: El agua da pie a muchos juegos que harán las delicias de los niños.
La cuestión es que el miedo o la aversión al agua que sienten algunos
niños pequeñitos, la monotonía en el caso de niños algo más mayores
junto con la presión y las prisas hace que muchos niños de diferentes
edades rechacen el momento "baño" por distintos motivos.
¿Por qué sienten miedo?
Por asociación, puede que lo asocien a un momento de enfado de su papá o su mamá por situaciones en las que se usó la fuerza para que se bañase. También puede que se hayan sentido frío con el agua o que se haya quemado y lo recuerde como algo desagradable, puede que les haya entrado jabón en los ojos, que hayan tragado agua en alguna ocasión y reviven la emoción de agobio, escalofrío o ahogamiento que sintieron en un momento muy puntual.
¿Qué hacer en el caso de niños pequeños que sienten miedo o rechazo al agua?
Para afrontar cualquier miedo irracional lo mejor es ir dando pequeños pasos, poco a poco, que nosotros mismos podamos sentir que no hay nada que temer con una toma de contacto progresiva. Con el agua lo mismo. Lo más importante de todo es no obligar por la fuerza. Eso sólo hará que el niño asocie el baño a un momento de agresividad y enfado de su papá o su mamá e incrementará el rechazo.
- Prepara el momento del baño: puedes usar aceites esenciales, poner una luz agradable, preparar su ropita de cambio a mano así como su toalla o albornoz, pon una cestita para la ropa sucia, un escalón para que pueda subir sólo si está preparado para ello, antideslizantes. Introduce nuevos elementos de juego que estén a su alcance. Un buen ambiente de baño ha de permitir al niño autonomía. Y por último, recuerda que si tú te muestras relajada o relajado le das un mensaje de tranquilidad con tu actitud.
- Deja que el niño, desde fuera, tenga la posibilidad de tener contacto con el agua, por ejemplo mientras se está llenando la bañera (o si el chorro del grifo crees que le asusta, una vez que esté llena) y tocarla a su ritmo.
- Pon a su alcance vasitos o cuencos que utilice fuera del baño para jugar/trabajar con agua... que le permitan manipularla y a su vez mojarle a él despacito con agua que tenga una temperatura agradable. El chorro de agua del grifo suena fuerte y corre rápido por lo que sustituirlo por una esponjita natural que escurrimos sobre su piel o por los vasitos que llenamos es mucho más suave y delicado para el niño.
- Haz baños cortos, sin prisas pero sin pausas.
- Procura que el agua no caiga por su cara desde la cabeza, para ello pídele o inclina su cabecita un poco hacia atrás. Es una sensación para la que hay que estar muy preparado, la cara puedes mojársela tú suavemente, evitando así que entre agua en los ojos.
- Ve muy suave con tus movimientos a la hora de frotar o enjabonar, que no lo perciba como algo desagradable, que sienta caricias, amor...
- Utiliza jabones suaves, específicos para niños, que no contengan tóxicos: A ser posible utiliza geles, champús que estén hechos a base de ingredientes naturales. Si me pides mi recomendación no puede más que hablarte de los de freshly kids. Hace tiempo usábamos otras marcas, pero desde que los he probado estoy encantada con ellos. Tanto el gel como el champú tienen un olor muy muy rico y suave que impregna el ambiente. Es una fórmula healthy sin jabón y lo más importante; son productos naturales, seguros y saludables (no imaginas qué tipo de ingredientes contienen algunos geles y champús. Si fuésemos conscientes de lo que toma contacto con nuestro cuerpo nos llevaríamos las manos a la cabeza). Estos productos de freshly kids que te comento están hechos a base aceite de algodón, avena, manzana y aloe vera.
- Báñate con el niño/a: métete en la bañera, afrontar algo que nos da miedo o agobio acompañados lo hace mucho más llevadero.
- Utiliza canciones, historias, poemas, bromas... Para que en su recuerdo vaya quedando el momento "baño" como algo agradable. Si sabes alguna canción que hable del agua será un plus.
- Música de fondo: otra idea que puede aliviar la tensión es poner de fondo canciones que el niño asocie con momentos divertidos de baile.
- Para convertir el momento del baño en un momento redondo puedes terminar con un masajito con crema mientras cantas una canción o cuentas un cuento sobre su piel. La marca que te comenté antes Freshly kids tiene también cremita corporal. La que nosotros tenemos en casa, por ejemplo, está hecha también a base ingredientes healthy naturales de aceites vegetales de almendras, algodón y jojoba y es apta para pieles sensibles y atópicas. La crema es muy gustosita y se absorbe fenomenal. Por cierto, si te interesan estos productos que usamos nosotros te cuento que un pack de freshly en el que viene: champú, gel, crema e incluso crema para pañal.
- Y por último, relativiza. Todos podemos tener un mal día, sentirnos cansados, agobiados o demasiado frustrados como para enfrentarnos a una situación que además nos produce estrés. Si un día no se baña, no va a pasar absolutamente nada. Es preferible hacerlo al día siguiente con más calma que obligar usando la fuerza y que la bola se haga aún más grande. Usa tu instintito, usa tu amor, usa tu sentido común.
¿Y si el niño es más mayor y siente rechazo?
Cuando los niños son más mayores el miedo suele transformarse en aversión por la monotonía, la presión, las prisas. Repetir algo bajo presión cada día deja de ser un aliciente, no es divertido. Cuando se trata de niños más mayores (a partir de 4 años o 4 años y medio) un gran aliciente va a ser comenzar a ducharse solitos o al menos hacerlo de una forma mucho más autónoma. ¡Ojo! Eso no quiere decir que tú no estés allí dando presencia, acompañamiento y ayuda cuando la pidan.
1-Prepara el baño de tal manera que fomente la autonomía del niño. Algunas cuestiones importantes para bañarse sin ayuda:
- Cesto para la ropa sucia.
- Escalón de acceso en caso de que se trate de bañeras
- Antideslizantes
- Jabón y gel a su altura, ordenado: a ser posible procura utilizar formatos de envase pequeños que puedan manipular sin problema y tengan dosificador. Los que te comenté antes de freshly kids son perfectos en este sentido.
- Cestas o cuentos con sus juguetes de agua ordenados a su alcance.
- En caso de que se pueda regular la temperatura en el grifo déjala ya regulada.
- Alfombra absorbente situada junto a la ducha o bañera.
- Gancho con toalla a su altura.
- Cesta con ropa de cambio ya preparada.
2-Evita las prisas y la presión: será más fácil utilizar el momento de la noche que el de la mañana para evitarlas. Deja tiempo suficiente para que el niño lo haga a su ritmo.
3-Motiva en positivo: enfócate en su logros (no hace falta aprobar, premiar ni halagar) simplemente se trata de que el niño valore su esfuerzo, sus progresos y lo que consigue:
"Veo que hoy te has enjabonado tú sólo"
"¿Cómo te sientes? Hoy te has quitado el jabón sin ayuda"
"Antes no podías enjabonarte tú sólo y ahora sí."
4-Da tu presencia, miradas de cariño, abrazos al salir de la ducha envuelto en la toalla, cuentos e historias divertidas mientras le das mimos: Que la autonomía no suponga perder ese momento de conexión que tanto buscan los niños, es posible que si el niño empieza a ducharse sólo y tú usas ese rato para otras cosas, al poco tiempo dejará de hacerlo buscando tener ese momento de atención y conexión.
5- Cuando se trata de niños aún más mayores este rechazo es normal, porque pierden ese interés natural por el cuidado de su persona y algunos niños llegando a la adolescencia pueden pasar días sin querer ducharse. Habla en frío sobre el tema, deja que escojan el momento del día, acompáñale a elegir sus productos de higiene, da ejemplo, no humilles, empatiza...
Ten paciencia, poco a poco, su percepción sobre el agua será más real y lo que hoy parece todo un mundo, se irá convirtiendo en un momento bonito de disfrute. Los niños necesitan a su lado padres tranquilos y relajados que sepan respetar sus procesos y acompañarles sin perder los nervios. Estas son oportunidades para construir una personalidad sana o al contrario, tú decides cómo las afrontas.