18.8.21

11 formas de fomentar la autonomía de los niños inspiradas en el método Montessori - Educando en conexión



No es un secreto que estoy absolutamente enamorada de la pedagogía Montessori por muchos motivos, pero lo que más me gusta de ella es cómo consigue que los niños pequeños se cuiden solos. La Tigri mayor siempre ha sido muy autónoma, de hecho, la búsqueda de soluciones para desarrollar y fomentar esa autonomía fue lo que me llevo hasta Montessori. Algunos de los tips que os muestro hoy surgieron instintivamente y otros los he desarrollado a raíz de mi formación.

    1. Vestirse. Que los pequeños aprendan a ponerse la ropa es algo que todos consideramos de vital importancia, hay material Montessori para aprender a abrochar botones, cremalleras,lazas. Siempre se aísla la dificultad, por lo que se hace sobre un bastidor y no sobre nuestra propia ropa puesta. Sin embargo, yo quiero ir más allá, se trata de que elijan su ropa, de que desarrollen su propio criterio sobre su estilo personal y sobre su adaptación al clima. Abril siempre elige la ropa que se pone, esto implica looks imposibles, superposiciones, brillos, ropa de su hermana que ella considera que le vale. Yo no le digo qué ropa ponerse para bajar al parque o para ir a comer a un restaurante, ella lo elige todo.
      Aquí su outfit para las elecciones europeas: El vestido de Emma de Nochevieja, leggins y polka dot sneakers 🙂

      También supone que elige como enfrentarse al frío o al calor. Lo he respetado siempre, a pesar de que la presión social ha sido terrible. Alguna vez he sugerido que a lo mejor hacía frío para llevar sandalias (sin mucho éxito) y otras hemos vuelto a casa a cambiarnos de ropa cuando ha bajado a la calle y ha visto que su ropa no era la adecuada, reconocer que se ha equivocado no es ningún problema para Abril. Todo esto es un aprendizaje tan valioso que ha merecido cada mirada fulminante porque no llevaba abrigo cuando otros niños (seguramente con el mismo calor) llevaban bufanda y gorro y querían quitárselo como ella. La frase “eres la única niña que no lleva abrigo, ¿no quieres ser cómo los demás?” sólo provocaba en ella un volteo de ojos 🙂

      En el terreno práctico, así tenemos organizado el armario: cajones con la ropa doblada de canto para que sea más fácil elegir y una triple barra, dos de ellas a su altura, con vestidos una y con faldas y chaquetas la otra.  Y abajo contenedores para calcetines, braguitas y camisetas interiores

      En el armario de la entrada, tenemos también doble barra, los abrigos a su altura y una cajonera para los zapatos.

  1. Alimentarse. Otro de los hitos en los que todos estamos de acuerdo es la alimentación. Ambas niñas han hecho BLW (Alimentación complementaria a demanda, os recomiendo a Eloísa con los ojos cerrados si queréis más información) y ese fue el primer paso de su autonomía. Ellas elegían cuanto y cómo comer, no ha habido purés, ni avioncitos, ni chantajes, ni amenazas. Hoy en día comen sano y variado y es una delicia verlas en la mesa con nosotros (usamos tronas evolutivas). De nuevo quiero ir más allá, también es importante que ellas mismas puedan prepararse la comida, para ello siempre están invitadas a cocinar (de hecho Abril, ya ha hecho recetas totalmente sola), a poner la mesa y quitarla y si quieren un tentempié que puedan preparárselo ellas.

    Para ello tienen un cajoncito con sus útiles de cocina, platos, vasos, cubiertos y granola, cereales, frutos secos. Lo suyo es que no fueran de plástico, pero con Emma es misión imposible. Con la banqueta puede abrir el frigorífico y elegir una pieza de fruta, un poco de zumo, leche, agua, bebidas vegetales,…

  2. Higiene personal. También la dejamos asearse sola, si el pelo tiene un poquito de champú o realmente no se ha enjabonado cada centímetro del cuerpo no es importante. A excepción de repasar la higiene dental, no intervenimos a no ser que nos lo pida Abril. Tenemos los baños adaptados para que ellas solas puedan asearse: Cepillos de dientes y pasta, peines y gomas del pelo, horquillas, dispensador de jabón… Cubo para pañales de tela (muy importante si quieren dejar el pañal y usan braguitas de aprendizaje)…

    Escalones para usar el lavabo y el wc (con un reductor incorporado), un espejo a su altura. En el otro baño tenemos el cubo de la ropa sucia y un reductor portátil.

  3. Ayudar en casa. En las Escuelas Montessori, gran parte de las actividades de vida práctica están encaminadas a -aprovechando la gran capacidad de imitación de los pequeños- presentarles actividades de la vida cotidiana para practicar otras habilidades. Se les enseña a trasvasar líquidos y así se fortalecen los músculos de las manos y la concentración, y por ejemplo, se les enseña a limpiar la mesa con movimientos circulares en el sentido contrario de las agujas del reloj para prepararles para lectoescritura.

    En casa tenemos cepillo, fregona y recogedor tamaño mini, también toallitas por todas partes, si hay cualquier derrame, se les anima a limpiarlo, y también líquidos no tóxicos para que puedan limpiar (uno con jabón y otro con vinagre diluido).

  4. Jugar. Una infancia feliz debería estar repleta de juego libre y no dirigido. Espacios bonitos donde los peques puedan jugar libremente, cómodos y prácticos también para que puedan recoger fácilmente. Si les dirigimos constantemente el juego, no serán independientes. Esto no significa que jueguen solos, cuando son pequeños siempre quieren estar en la misma habitación que los padres, tampoco significa que nunca juguemos con ellos, pero SIEMPRE con sus normas y sus dinámicas. Sin interrumpirlas, ni modificarlas. Ellos mandan. Y es positivo que se aburran, porque del aburrimiento salen siempre nuevos aprendizajes.

  5. Aprender (jugando). Además de los juguetes, en casa tenemos materiales de aprendizaje que tienen unas normas especiales: es necesario recogerlos antes de sacar otro material nuevo, deben tratarse con cuidado “como si fueran bebés” como dice Abril y utilizando un mantel o tapete. Hay materiales estructurados y no estructurados, y Abril elige libremente con cual quiere jugar. Nosotros hacemos presentaciones y ayudamos si nos lo pide, pero ni intervenimos, ni corregimos. El error es algo muy valioso que deben conocer por sí mismos, es la base del verdadero aprendizaje. Como Emma tiene ya mucha movilidad, Abril se enfadaba si no seguía las normas de la estantería de los materiales, así que hemos puesto las mesas delante de las estanterías para restringirle el acceso. Todos contentos 🙂

  6. Leer. Uno de los objetivos de la nueva ley de educación es la lectura, cuanto antes mejor. En Montessori la visión en distinta: se siguen los ritmos de los peques y cada uno aprenderá a leer cuando esté preparado, pero sobre todo se les enseña de una forma en la que encuentren utilidad a esta habilidad que todos consideramos tan importante. Se les enseña a amar la lectura porque es el motor del aprendizaje.

    La mejor manera de animar a tu hijo a leer es leerle, es algo tan simple que a veces cuesta creer que haya si quiera que decirlo. Es muy importante que puedan acceder ellos solos a libros adaptados a sus gustos e intereses. En casa tenemos este rinconcito de lectura, los libros de las estanterías bajas son de Emma y el resto son de Abril. Se pasa horas y horas en su mini mecedora Eames. También es importante acudir a menudo a la biblioteca para que puedan conocer nuevos libros. El rinconcito está en nuestro pasillo, no hace falta mucho espacio como veis.

  7. Crear. Todos queremos que nuestros hijos sean creativos, que encuentren nuevas formas de hacer las cosas. En nuestra casa lo promovemos todo el tiempo en diversas áreas, pero de lo que quiero hablar ahora es de su rincón de manualidades, que ya os enseñé en el blog. Tiene a su alcance todo tipo de materiales y ella los usa libremente (con la nueva movilidad de Emma la tinta de los sellos y los rotuladores han sido temporalmente cambiados de sitio y nos los tiene que pedir). Ella misma coge sus pinceles, rellena la jarra de agua, que va volcando en su vasito de cristal y prepara todo para pintar. Cuando termina cuelga el papel para que se seque, limpia cualquier mancha y lo deja todo recogido de nuevo. Nosotros no hacemos nada más que observarla orgullosos. Es una gozada verla crear. Nunca decimos “muy bien” “muy bonito”, preguntamos si se ha divertido o enfatizamos algo concreto como la elección de los colores que está utilizando.No es importante el resultado, lo bello es el proceso

  8. Responsabilizarse de otro ser vivo. Los que me seguís en facebook o instagram habréis visto nuestro huerto vertical. Al principio le íbamos a poner riego automático, pero finalmente pensamos que era más adecuado hacerlo a la antigua usanza para que Abril pudiera ver las consecuencias de sus actos. Los primeros días algunas de las plantas se pusieron un poco pochas por falta de agua, se lo explicamos y ahora nos pide comprobar si ha echado suficiente. En unos días tampoco será necesario. Una planta pequeña es suficiente. Si tenéis animales en casa, es buena idea responsabilizarle de sus cuidados.

  9. Convivir. En las Escuelas Montessori se dan lecciones de Gracia y Cortesía centradas en respetar el trabajo de los demás, pedir las cosas con educación, decir por favor y gracias, atender a los invitados que vengan a nuestra casa, etc. Aunque no estemos en una escuela, se lo podemos enseñar igualmente al niño, la mejor forma es con el ejemplo: Verbalizar sus sentimientos, validarlos, acompañarles en sus procesos desde la empatía y el cariño. Todo eso también les dará autonomía. Sin embargo, resolver los conflictos obligando a los pequeños a que hagan las paces y se den un besito no lo fomenta en absoluto. Tengo pendiente hablaros de la Mesa de la Paz, es un instrumento de convivencia que puede implantarse en cualquier aula u hogar. Sirve para resolver los conflictos, pero también para que si nos sentimos agobiados, podamos tomarnos unos minutos para reponernos. En casa la hemos puesto y estamos encantados con el resultado. Si Abril tiene un mal día, ella misma se va a la mesita hasta que se relaja y vuelve muy contenta para contárnoslo. Si hay algún conflicto con nosotros o su hermana nos invita a la mesa de la paz. Es muy pequeña, pero estamos sentando las bases de una futura comunicación no violenta.

    Tenemos los detallitos de la mesa en un tupper para evitar que los saque Emma sin supervisión _)

  10. Dormir. Este último tip no es el punto fuerte en VillaTigris : ) pero si tenemos las camitas a su altura para que cuando decidan irse a dormir, lo hagan por si mismas. Abril sí reconoce cuándo tiene sueño, si es de día se acuesta en su camita pequeña y si es de noche en nuestra habitación de colecho. La acompañamos hasta que se duerme. Es lo que necesita y nosotros lo respetamos, porque en el fondo la pedagogía Montessori consiste en seguir al niño.

En definitiva, una de las máximas Montessori es no hacer por el niño nada que pueda hacer por sí mismo. Esto tampoco quiere decir que forcemos las cosas, pues otra de las máximas es adaptarse al niño, hay que enseñarles las herramientas y ellos poco a poco las pondrán en práctica, si así lo desean. Si un día quieren sentirse mimados y queridos, nos pueden pedir por ejemplo que les vistamos y también es muy bonito que nos sigan necesitando 🙂

Ver la autonomía con la que se desenvuelve Abril es una de las cosas más maravillosas de su crianza. Ha merecido cada segundo que hemos invertido en ayudarle a que lo hiciera sin nuestra ayuda. Estoy deseosa de ver la evolución de Emma 🙂

Y vosotros, ¿cómo fomentáis la autonomía de los peques?

¡Espera un momentito!

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