A día de hoy muchos padres sobreprotegen a sus hijos por el miedo que tienen de que resulten heridos. Sin embargo, los niños necesitan experimentar el mundo a fin de aprender y crecer, es necesario que los padres eduquen en libertad a los hijos, pero entonces, ¿Dónde esta el balance entre libertad y protección?
Los telediarios nos cuentan diariamente secuestros a niños, abusos escolares.. lo que hace pensar a los padres que el mundo es un lugar realmente peligroso para los niños, y que por tanto, tienen que sobreprotejerles.
Sin embargo, proteger demasiado a los niños es igual de malo que no protegerlos en absoluto. Parece seguro para los niños estar supervisados y en actividades dirigidas, sin embargo, los estudios han demostrado que educar en libertad a los hijos trae mas beneficios y los niños la necesitan. Libertad para organizar sus propias actividades, resolver sus problemas, negociar con otros niños y autogestionarse.
Nuestro trabajo como padres no es solo proteger a nuestros hijos, es prepararlos para la vida Clic para tuitear
No podemos esperar a que los niños sean adultos para practicar su libertad, tenemos que ayudarles a que desarrollen esas habilidades ahora. Es lo que busca el método montessori, ayudar al niño en su autonomía e independencia y para ello la libertad es clave.
Como primera consideración decir que muchas de las preocupaciones de los padres son bastante improbables. En una encuesta realizada a padres, la primera preocupación de estos era el que sus hijos no alcanzaran su propio potencial, y la segunda preocupación era que un adulto atacase o secuestrase a su hijo.
Respecto a este temor, muchos padres se quedan en advertir a sus hijos sobre este peligro, infundiendo miedo en el pequeño. Sin embargo, es más interesante hablar al niño sobre las formas apropiadas en las que los adultos se relacionan con los niños y enseñarles a reconocer cuando un comportamiento es extraño o inapropiado.
Igualmente es interesante ayudar al niño a reconocer a un adulto confiable, como puede ser generalmente un policía o una mamá con hijos.
Por otro lado, es muy importante enseñar a nuestros hijos a manejar el riesgo. Si aprenden a manejar el riesgo, sabrán que hacer en situaciones peligrosas.
¿Cuando empezar? Ahora. No importa la edad del niño, es mejor comenzar cuanto antes, en un entorno seguro, antes de que se enfrente ante esas situaciones inesperadamente.
En un Podcast que publiqué sobre los principios en los que educar a mis hijos podrás ver con mas claridad a lo que me refiero con educar en libertad a los hijos.
Por ejemplo, es mejor enseñar a un bebé desde el principio como investigar/explorar las cosas con seguridad. Cuando antes lo aprenda, antes podremos dejar de estar detrás de el.
Con niños pequeños es buena idea dejarles jugar solos en el parque y no ayudarles a trepar por columpios etc. cuando ellos no pueden hacerlo por sí mismos, porque.. si no saben subirse solos, ¿Cómo van a aprender a saber bajarse sin peligro? Es mejor que el niño descubra cuales son sus límites y cuales son sus habilidades.
Otro ejemplo podría ser dejar al niño acercarse a la tienda de al lado a comprar algo. Practica con él hasta que sepas que el sabe el camino y cuando se sienta preparado, déjale hacer el camino por su cuenta.
Para terminar, es importante saber que la sobreprotección trae malas consecuencias para los niños.
Si el adulto constantemente dice al niño lo que puede hacer o no hacer en el parque en función de que lo considere peligroso para el niño o no, el niño no descubrirá por si mismo de lo que es capaz y no se desarrollarán sus instintos.
Si el niño nunca va a un sitio solo, finalmente cuando vaya a alguno solo lo más probable es que se pierda.
Si se ayuda a un niño a resolver los problemas con otros niños, el pequeño no aprenderá a solventar situaciones sociales sin ayuda.
El riesgo es parte de la vida. Es bueno dejar a los niños tomar algún riesgo, si los dejamos, ¡veremos cuán preparados estaban para afrontarlo!