En la pedagogía Montessori cuando se muestra por primera vez un material al niño, el adulto le hace una presentación de como se debe utilizar éste.
Si tuviera que definir la esencia de las presentaciones en una frase diría que UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS, ya que éstas son prácticamente visuales pues el adulto o el guía solo habla lo justo y necesario.
Como ya he dicho las presentaciones solo se hacen la primera vez que se enseña un material o actividad al niño. Si éste no está acostumbrado, es normal que a mitad de ella, se marche, o no preste atención. Si eso ocurre, no pasa nada, la repetiremos en otro momento. Otra cosa que también puede ocurrir es que al finalizar la presentación y ofrecerle al niño la posibilidad de utilizar el material, éste no haya comprendido como funciona. En ese caso, lo dejaremos trabajar "a su manera" y no lo interrumpiremos, otro día podemos volver a repetir la presentación.
>> Antes de empezar la presentación habremos dispuesto en una bandeja todos los elementos necesarios para realizar la actividad. Éstos deberán estar bien colocados y ordenados de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, es decir, en el sentido en el que leemos y escribimos.
>> Es importante ensayar previamente la presentación hasta que hayamos cogido la suficiente soltura y destreza para hacer la demostración sin equivocarnos ni dudar y haciéndola con movimientos ágiles y precisos.
>> Durante las presentaciones evitaremos hablar y solo diremos lo que sea estrictamente necesario. Este punto es importante ya que se trata de un acto muy visual y a veces podemos entorpecer o confundir al niño con nuestras palabras. Como he dicho al principio, una imagen vale más que mil palabras.
>> Es importante que eliminemos cualquier cosa que pueda resultarle al niño una distracción (es decir, móviles, tele, juguetes, comida...), así favoreceremos la concentración.
>> Al empezar la presentación nos sentaremos al lado del niño, a su derecha si somos diestros o a su izquierda si somos zurdos.
>> Al presentar la actividad lo haremos haciendo movimientos lentos y muy marcados y lo haremos siempre pensando en como lo hará él. Por ejemplo, en una actividad de ensartar aros en una barra vertical nosotros lo podríamos hacer cogiendo cada pieza con una mano, pero seguramente el niño necesite usar las dos para tener más precisión y más control en sus movimientos, por lo tanto al presentarle la actividad nosotros también usaremos las dos manos. Entre movimiento y movimiento iremos haciendo pequeñas pausas.
>> Una vez finalizada la presentación esperaremos unos instantes para que el niño pueda observar detenidamente el resultado de la actividad, después volveremos a poner el material en el estado inicial y le invitaremos a realizar la actividad. Si no le apetece en ese momento guardaremos la bandeja en la estantería para que el niño pueda realizar la actividad más tarde. Si por el contrario le apetece realizar la actividad, pero viéramos que no la comprendido correctamente, no le corregiremos ni le interrumpiremos, simplemente otro día volveremos a repetir la presentación. Recordad que el niño siempre es quien decide si le apetece o no trabajar con el material y por cuanto tiempo quiere hacerlo.
>> Cuando éste termine la actividad la recogerá y la guardará en su sitio en la estantería.