Muchas veces tendemos a interrumpir a los bebés y a los niños con la intención de ayudarles o corregirles en lo que están haciendo. Pero a pesar de hacerlo con la mejor de nuestras intenciones en realizad les estamos haciendo un flaco favor.
" Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo"
-Maria Montessori-
Creo que esta frase nos la deberíamos grabar en nuestra mente. Os propongo un ejercicio: imaginaros que estáis haciendo una manualidad, una receta, escribiendo un artículo, o algo que os guste, estáis totalmente absortos en vuestra tarea cuando viene alguien y nos interrumpe diciéndonos, esto no va así, o, ponle más sal, o bien, yo lo escribiría así... el mensaje que nos estaría transmitiendo esta persona es de que no lo estamos haciendo bien y que lo que hemos hecho no está bien y no sirve. Lo mismo ocurre cuando interrumpimos a un niño. En ambos casos se hace con buena intención pero la sensación que transmitimos es negativa.
Los bebés y los niños aprenden a base de practicar y repetir una misma acción muchas veces. Esto favorece la concentración, la capacidad de atención, la confianza en si mismo y la autonomía. Cuando están sumergidos en lo que están haciendo y les interrumpimos, ya sea para ayudarles o para desviar su atención hacia otra cosa estamos impidiendo que el niño desarrolle estas capacidades.
Cuando vemos a un bebé jugando debemos pensar que para el más que un juego es un "trabajo" (como decía Maria Montessori) o un "reto" al que se está enfrentando, que es complejo y que necesita poner todos su sentidos para poder descifrarlo. Cuando finalmente consigue sacarlo, el bebé o el niño habrá adquirido un nuevo aprendizaje y se sentirá satisfecho y capaz por haberlo conseguido por si mismo.
" El niño era atraído por un objeto, fijaba toda su
atención, y se ponía a trabajar sin descanso, con una concentración
sorprendente. Y después de trabajar, entonces aparecía satisfecho, feliz
y reposado "
-Maria Montessori-
Recordad que es mejor acompañar a nuestros peques desde la observación. Observar a nuestros pequeños nos dará mucha información de lo que realmente necesitan, sus intereses, los períodos sensibles en los que se encuentran, etc.
Por último, un truco que nos ayudará a no interrumpir, cuando nos sintamos tentados a hacerlo os propongo que nos hagamos estas dos preguntas: ¿Es realmente necesario interrumpirle? ¿Me ha pedido ayuda en algún momento? Si la respuesta es no, entonces ya sabéis!
Si os gusta el Método Montessori y os gustaría aplicar esta filofofía en casa os recomiendo este otro post en el que os explico cual es el "papel" del adulto frente al niño.