Cuando hablamos de la educación Montessori es mucho más que el uso de materiales especializados, es sobre todas las cosas un acercamiento a la vida futura de los niños y su medio ambiente, es una preparación.
El profesor que se forma como Guía Montessori tiene que hacer un profundo trabajo personal: su control del ego, liberarse del rol de experto culturalmente tan asimilado, aprender a equivocarse y valorar el error como herramienta de aprendizaje y de superación personal. Deberá tener la capacidad de amar a los niños y respetarlos como personas, además de ser sensible a sus necesidades. Observar y responder conscientemente y estar siempre en continuo aprendizaje y desarrollo personal.
Una vez terminado ese trabajo de sensibilización personal, el alumno en vías de ser un profesor Montessori puede iniciar entonces una segunda etapa formativa que lo prepara para aprender a trabajar con los materiales de desarrollo Montessori y las demás materias necesarias curriculares.
El verdadero educador está al servicio del educando por lo tanto deberá cultivar la humildad para caminar al lado del niño e incluso aprender de él, pues Montessori es una filosofía de vida en la que se logra un equilibrio entre el desarrollo emocional y el trabajo académico.
El método Montessori provee un ambiente preparado: ordenado, estético, simple, real. En donde cada elemento tiene razón de ser en el desarrollo de los niños. El aula Montessori integra edades agrupadas en períodos de tres años, lo que promueve naturalmente la socialización, el respeto y la solidaridad.
El mobiliario de las escuelas Montessori debe estar proporcionado al tamaño de los niños. El aula está subdividida en áreas temáticas en donde se exponen los materiales y la bibliografía correspondiente. Esta distribución permite a los niños libertad en sus movimientos. Pueden trabajar individualmente o en grupos, respetando el propio estilo y el ritmo individual.
Cada niño utiliza el material que elige de un estante y lo regresa a su lugar cuando termina, listo para que otro niño pueda usarlo.
El ambiente promueve la independencia del niño en la exploración y el proceso de aprendizaje. La libertad y la autodisciplina hacen posible que cada niño encuentre actividades que dan respuesta a sus necesidades evolutivas.
Este ambiente ofrece al niño oportunidades para comprometerse en un trabajo interesante elegido libremente, previo conocimiento. De tal manera que propicia prolongados períodos de concentración mismos que no deben ser interrumpidos. La libertad se desarrolla dentro de límites claros que permite a los niños convivir de manera armoniosa y respetuosa.
El niño le da sentido al mundo que lo rodea y se construye a sí mismo en relación a ese mundo.
Actividades en la educación Montessori La Paz y el medio ambiente
Los propósitos son múltiples, pero es vital un propósito, el de despertar la conciencia ecológica y el amor y respeto por nuestros recursos naturales.
Esto sucede en una escuela Montessori desde la edad más temprana (tres años aproximadamente), para desarrollar una cultura ambiental como un estilo de vida dentro de su comunidad. Asimismo por un respeto a los recursos de todo el planeta, desde el más elemental medio ambiente que lo rodea hasta los entornos más lejanos aprendidos por referencias y libros.
Con la industrialización y la tecnología, nos encontramos ante formas de vida muy distintas a las de antaño en donde las plantas, el aire, los combustibles, se obtenían con facilidad. No existía restricción en el cuidado de los recursos naturales, se encontraban a nuestra disposición y no había consciencia de que algún día se podían deteriorar y agotar.
Hoy en día se producen deshechos que alteran la calidad del agua, aire y suelos. Además de las condiciones climatológicas actuales con las del medio ambiente, han proliferado las enfermedades consecuentes de la contaminación ambiental.
En nuestra escuela, la escuela Montessori de La Paz, los niños pequeños aprenden a cuidar y respetar su ambiente. Un niño de tres años o menos, ya puede regar las plantas, quitar hojas secas, transportar desechos orgánicos a una composta por ejemplo.
Es sabido por todos pero aplicados de forma parcial por la población que solo podemos salvar a nuestro planeta si la educación ambiental comienza en esa etapa de la vida, por tal razón la adquisición de la responsabilidad será de manera natural ya que se absorbe durante los primeros años y es determinante para toda la vida.
La educación ambiental en Montessori se encuentra implícita en todas las áreas de trabajo en donde los niños participan de manera activa y concreta con su entorno natural, social y cultural.
En la interacción con el medio ambiente intervienen sentimientos de conexión y amor con la naturaleza, aprendiendo a respetar todo lo que forma su entorno.
Montessori de La Paz (escuela preescolar en La Paz B.C.S. México) cuenta con una pequeña parcela misma que con la colaboración de los niños cada temporada se prepara la tierra para la siembra, lo que se convertirá con el trabajo de equipo en su huerto. Los niños experimentan aspectos básicos relacionados con la naturaleza de la vida, de la tierra y del medio ambiente. Aprenden sobre el abastecimiento de alimentos cultivados por ellos mismos con criterios ecológicos para obtener una buena salud. Con el huerto experimentan el desarrollo de las plantas y su cuidado así como el manejo del agua en distintos tipos de riego.
Dependiendo de los niveles en los que se encuentren los niños, van adquiriendo y creando consciencia acerca de la preservación, mejoramiento y enriquecimiento del ambiente ante la terrible depredación por parte del ser humano, el saqueo de los recursos naturales, el deterioro del hábitat social y las acciones de los países industrializados, la producción inmensa de basura entre otras cosas.
Los propósitos en la educación Montessori son que el alumno se responsabilice y se comprometa con la vida y su medio ambiente como fuerza vital de la vida y de su propia salud durante su desarrollo y a través del de cursar de los años con su familia.