Pues este es sólo un ejemplo de cómo muchos adultos de empeñan en no llamar a las cosas por su nombre. Tienden a decirle tete, chicha y pio pio , a lo que es el chupete, la carne y el pajarito.
Está claro, que no podemos hablarles a los niños pequeños con palabras complejas tipo otorrinolaringólogo, pero HAY QUE LLAMAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE.
Y no lo digo yo, que no soy logopeda ni nada por el estilo. Lo dicen los profesionales. Y alto y claro: «a los niños que enseñarles las palabras con sus términos reales». Sino, veremos a niños con 10 años hablando de la «chicha» y «la pupa». Y no va a pasar nada pero, ¿ es necesario?.Algunas pautas que dan los profesionales para ayudar en la evolución del lenguaje de los niños son:
- Hablarles claro. De manera sencilla pero utilizando un vocabulario con términos reales.
- Aunque no hablen , por ello no dejar de hacerlo nosotros. Por pequeños que sean, hay que hablarles mucho desde que son bebés.
- Otra de las recomendaciones, es leerles desde bien pequeñitos. En este post, os hablo sobre ello. Así adquieren mayor vocabulario.
- Y lo que os decía y de lo que trata este post, es que hay que llamar a las cosas por su nombre,