Esta semana te traigo un libro muy especial pues viene acompañado de un calendario anual de inspiración Montessori y Waldorf ideal para ayudar a los niños a empezar a comprender algo tan abstracto y complejo como el paso del tiempo.Además, como estoy de celebración del 4º aniversario del blog, podrás llevarte a casa el libro más el calendario, pues voy a sortear un pack gracias a la editorial Los cuentos de Tragamanzanas. Te lo explico con más detalle al final del post.
A los niños les cuesta muchísimo llegar a entender el concepto de tiempo, básicamente porque es algo abstracto que no pueden ver ni tocar.
Todos llegan a integrar este concepto pero mientras tanto pueden sentirse muy perdidos. Nos damos cuenta de ello porque preguntan constantemente cuánto tiempo falta por tal o cual acontecimiento familiar importante.
Por eso el calendario que te muestro hoy es de gran ayuda para que los niños empiecen a comprender este concepto, ya que se materializa el tiempo en algo tangible que pueden manipular, de modo que con él pueden vivenciar el ritmo de la vida.
Y sabemos por múltiples estudios científicos, que cuando el niño puede tocar y manipular libremente algo, se producen aprendizajes más significativos y duraderos.
La verdad es que sucede algo mágico al usar este calendario junto al libro que lo acompaña: que el niño pasa a ver el tiempo como algo obvio, y de pronto deja de ser algo intangible e incomprensible.
¿Vamos a ver en detalle el libro y el calendario?
Como te comentaba, el calendario viene acompañado y se basa en un cuento, "El invierno de Escandia", que no solo nos ha encantado, sino que resulta una buena forma de empezar a introducir los conceptos de tiempo, días, meses y estaciones del año.
Lo mejor es leer primero el libro y después descubrir el calendario, pronto verás por qué.
"El invierno de Escandia" es un libro inspirado en leyendas y mitos nórdicos, con el encanto especial de los relatos de aventuras.
En un pueblo llamado Escandia no existe el invierno, gracias a que sus aldeanos encienden una hoguera cada último día de otoño que, si permanece ardiendo toda la noche, logra que el gigante de hielo Ymir no se despierte. De este modo y mientras Ymir siga durmiendo, el frío no llegará.
Este otoño el joven vikingo Ulke es el responsable de mantener el fuego encendido hasta el amanecer.
Pero, como te puedes imaginar, Ulke se queda un momento dormido y la hoguera se apaga.
Arrepentido por lo ocurrido Ulke decide enmendar su error y parte en busca del gigante para lograr que vuelva a dormirse. Dispone para ello de 12 monedas para tapar los doce ojos del gigante.
Aquí empieza una aventura apasionante que llevará a nuestro protagonista vikingo a recorrer el país hasta llegar al Reino de hielo. En el camino encontrará varios amigos que se unirán a su empresa y al final le serán de gran ayuda para poder derrotar al gigante Ymir.
Un relato lleno de generosidad, amistad y valor.
Si te fijas, el calendario está totalmente inspirado en el cuento y vemos por ejemplo como en el centro se representa la aldea de Ulke en sus cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Además con los colores característicos de cada una de las estaciones del año.
Como vemos cada estación está dividida en tres porciones que son los meses que la componen, en total tenemos doce porciones, una por cada mes del año.
En el círculo exterior, vemos que cada mes tiene un ojo. Este debe ser tapado con una moneda para marcar o bien que estamos en este mes o bien que ese mes ya ha pasado. ¿Vas viendo la relación con el cuento?
Como estamos en febrero, hemos tapado dos ojos en la estación de invierno, correspondientes a enero y febrero (ver siguiente fotografía).
Los números más externos representan los días del mes y los vamos marcando gracias a la manecilla giratoria.
En la misma manecilla, el dibujo de Ulke montado en el caballo nos sirve para marcar el día de la semana en el que estamos. También gira sobre sí para ir dando la vuelta a medida que pasa la semana hasta llegar de nuevo al lunes (color rojo).
Las semanas que han pasado del mes en el que estamos también podemos marcarlas con las fichas cuadradas que representan otros personajes del libro.
Además tenemos una ficha de cumpleaños y otras fichas en blanco para poder marcar en cada mes los acontecimientos familiares importantes y que así el niño vaya comprendiendo y visualizando cuanto tiempo falta para llegar a ellos.
El calendario viene con unas instrucciones muy detalladas y claras de cómo funciona, así que no quiero extenderme más en ello y prefiero comentarte brevemente porque me parece tan interesante esta herramienta.
He visto otros calendarios inspirados en las filosofías Montessori o Waldorf, pero este me gusta especialmente por:
- El libro que lo acompaña es una buena forma de introducir el calendario y hacer que los niños se interesen por él y su funcionamiento.
- Al ser circular el niño comprende muy claramente el carácter cíclico del tiempo.
- El sol en el medio nos puede servir para completar la explicación de por qué se sucede el día y la noche, así como las características de las diferentes estaciones.
- Es muy visual y por tanto ayuda a ir de lo abstracto a lo tangible.
- Los niños pueden manipularlo libremente y enseguida aprenden su mecánica y funcionamiento.
- Viene con un cordel para colgar, así que te aconsejo que lo pongas a la altura de los niños y que busquéis una hora del día (a poder ser siempre la misma) para ir señalando el avance del tiempo.
- Con él aprenden sobre los días, las semanas, los meses y las estaciones del año, comprendiendo mejor estas nociones e interiorizándolas a través del juego y la manipulación.
- Se visualiza el año completo de forma bonita y estéticamente muy cuidada. Además es reutilizable y al llegar al final del año, el niño comprende claramente que volvemos a empezar el ciclo.
- Ayuda a relacionar las estaciones del año con sus meses. Los colores también ayudan a ello pues están escogidos a conciencia.
- Los niños pueden esperar la llegada de momentos señalados de forma más llevadera y con mayor paciencia, pues visualizan de forma comprensible para ellos el tiempo de espera que les falta.
