Montessorizar un aula puede parecer algo complicado ¿Se
puede aplicar Montessori en un aula normal? Desde luego la pedagogía Montessori
se lleva a cabo en centros Montessori y las personas que acompañan a los niños
son guías formadas para ello. Pero hay principios de la pedagogía Montessori
que podrían beneficiar a los niños de las aulas de educación tradicional (entendiendo como aula
de educación tradicional la que sigue el currículum del ministerio de educación,
no he sabido cómo definirla correctamente)
Yo no soy guía Montessori, pero os voy a explicar una serie
de principios que se podrían aplicar en cualquier aula. Bajo mi punto de vista
(y el de casi todo el mundo que conoce un poco en profundidad sobre el método
Montessori creo yo) la parte más importante del método es su filosofía y no los
materiales, eso significa que podemos extraer esos principios y aplicarlos en
la escuela, en casa y además ¡es gratis! Eso sí, implica un cambio, un cambio
en la mentalidad del adulto, en la forma de ver al niño, en nuestra forma de
actuar y eso es más costoso que comprar unos materiales. Seguir una metodología
Montessori tampoco creo que sea una forma de “conseguir” un objetivo X, sino
que es algo que debe de ser acorde con tu propia filosofía, que nos haga
sentirnos a gusto, sino… creo que está condenada a fracasar.
Me voy a centrar especialmente en el primer ciclo de
educación infantil y en los principios que se pueden aplicar perfectamente en
cualquier aula, aunque como veréis, se pueden trasladar a otros niveles
educativos:
-La forma de ver al
niño: El libro de “El niño, el secreto de la infancia”, se dedica
precisamente a explicar la forma de ver
al niño según el MM (puedes leer un resumen aquí). A modo de síntesis, el niño
es un constructor de su propio aprendizaje, que necesita ser activo y que
aprende haciendo. El respeto hacia el
mismo es esencial.
-El ambiente
preparado: el espacio asume parte del trabajo que antes le correspondía al
maestro. Los objetos, el mobiliario… están adaptados al niño, lo que facilita su autonomía. Las cosas que
se encuentran al alcance del niño, son para el niño. De esta forma se evitan
continuas prohibiciones, ya que es un ambiente pensado para ellos. Las aulas
suelen amplias con espacio para trabajar en el suelo, luminosas, el mobiliario
preferiblemente de materiales naturales, luminosas y con colores cálidos o
neutros (evitando la sobreestimulación de color, las paredes cargadas de
objetos…)
Los salones Montessori se dividen en áreas, que sería
similar a la idea que tenemos de rincones. Las áreas más importantes son: la de
vida práctica (que le dedicaremos un apartado especial porque la podemos
aplicar en el primer ciclo aunque con variaciones), sensorial, matemáticas,
lenguaje y cultura.
Los materiales de
cada área se colocan en stands (estanterías) para esa área en concreto.
Aquí podéis ver la imagen de un aula Montessori donde se
aprecian las diferentes áreas, está sacada de esta página:
-El orden: el
niño es ordenado, y si no fijaros en los
niños que a determinada edad necesitan que cada cosa esté siempre en su lugar,
los armarios cerrados… María Montessori establece “periodos sensibles” en los
que el niño tiene una especial predisposición por algo y que durante ese
tiempo, se adquieren las cosas de manera natural, sin esfuerzo. El problema
ocurre cuando por ejemplo los adultos, guardamos todos sus juguetes en un gran
baúl o similar, todo revuelto y sin tener en cuenta este periodo.
-La cantidad de
objetos: se tiene en cuenta la cantidad de objetos que la actividad
infantil utiliza realmente y su memoria es capaz de localizar en el ambiente.
El niño debe conocer todos los objetos y el lugar que ocupa cada uno.
-Mobiliario adaptado:
este punto creo que se cumple en todos los centros de educación infantil:
sillas a su medida, mesas, perchas, baños, lavabos…
-Colocando los
materiales a su alcance: con estanterías bajas, disponibles para el niño en
todo momento, ocupando un lugar fijo que le dé estabilidad y orden, un objeto
de cada… y cuando haya diferentes áreas, cada estantería o rincón dedicada a
una de ellas.
-Todo lo que esté al alcance del niño puede ser utilizado
por el niño.
-Colocando lo que tenga varias piezas en bandejas, de forma que cada bandeja
contenga una actividad completa, lo que lo hace más sencillo de transportar, de
recoger y además delimita el espacio de la actividad, evitando perder piezas,
que se dispersen… Con niños más mayores también se utilizan alfombras con este
fin.
-Vida práctica:
como ya hemos dicho el niño necesita construirse a sí mismo, es decir,
que cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para su desarrollo.
A través de las actividades para la vida práctica, los niños
pueden desarrollar la autonomía que necesitan: prepararse su propia comida,
aprender a vestirse sólo… En definitiva, cuidar de sí mismos, de los demás, del ambiente, conocerse a sí
mismos…
Aquí cobra un papel esencial el ambiente del que ya hemos
hablado.
Algunas de las actividades para la vida práctica que podemos
llevar a la práctica en el primer ciclo aunque con modificaciones a lo que
establecía María Montessori son:
- Trasvases: para
trabajar la coordinación óculo manual, la atención, la psicomotricidad fina y
preparar para comer sin derramar. Pueden ser con sólidos o con líquidos.
Siempre debemos de “seguir al niño” por lo que habrá niños que podrán utilizar
una bandeja sensorial y otros ya estarán preparados para hacer trasvases
sencillos. (Puedes ver cómo lo hacemos pinchando aquí)
-Diversas actividades
en las que se trabaja la psicomotricidad
fina, la coordinación óculo manual, la fuerza de los dedos, en las que se usa
la pinza digital (que en el futuro tendrá gran importancia para coger bien el
lápiz, para hacer actividades con herramientas de precisión…)
-
Actividades con pinzas
-Desgranar
alimentos, pelarlos…
-Usar
el punzón, enhebrar...
-Desenroscar
y enroscar
-Actividades para
vestirse: también nos permite trabajar nuestras manos y al mismo tiempo que
nos permite ser más autónomos. En esta edad, pueden:
-
quitar y ponerse la chaqueta
-quitarse
los zapatos (y algunos ponérselos)
-bajarse
y subir la ropa al ir al wc…
-Actividades para
preparar alimentos: permite dar autonomía al niño al prender a prepararse
los alimentos al tiempo que se trabaja la psicomotricidad fina, la fuerza de
los dedos… Todo necesario para en el
futuro aprender a coger el lápiz correctamente. Aprenden vocabulario, aportan
diferentes olores, sabores, texturas…
-Podemos
dejar los vasos a su altura junto al grifo o dispensador de agua para que beban
cada vez que lo necesiten.
-Pelar
plátanos, mandarinas, hacer zumo…
-Preparar
un bizcocho
-Preparar
una ensalada (puedes ver la actividad completa pinchando aquí)
-Preparar
una pizza
-Cuidar plantas y
animales: introducir en el aula elementos naturales ayudará a que los niños
aprendan a respetar el medio ambiente, a cuidar de un ser vivo…
Nosotros por ejemplo solemos tener gusanos de seda cada
primavera y los niños son los encargados de traer hojas de morera, darles de
comer, ir observando sus cambios… También tenemos un huerto en el patio que
tenemos que ir regando y nos permite observar cómo crecen y cambian y en el
aula tenemos plantas naturales que nos permiten ir viendo cómo crecen y que hay
que regar y cuidar. En niños más mayores, las plantas se limpian, se preparan
arreglos florales, se cortan las hojas secas y en este proceso se puede
explicar al niño el vocabulario oportuno.
-Cuidar el ambiente:
En clase tenemos un rincón de limpieza, con una escoba, una fregona a su
medida, un recogedor con cepillo, bayetas y estropajo.
No son de juguete, son de verdad, en el caso de la escoba y
la fregona son normales pero con un palo de recogedor, que es más pequeño. No
lo utilizamos para el juego simbólico, lo utilizamos cuando lo necesitamos. Lo
que más uso tiene es la fregona y las bayetas, ya que cuando se sirven el agua,
sobre todo al principio, se les cae mucha ¿Qué hacen entonces? Ir a buscar la fregona o
la bayeta y secarlo. Cuando pintamos, después de lavarse las manos, siempre hay
algún niño dispuesto a limpiar la mesa o lo que se haya manchado. De esta
manera respetan y valoran el ambiente. Además de comprender las consecuencias
de sus actos.
-Cuidar de sí mismos:
dejar a su alcance el vaso, pañuelos para poder limpiarse la nariz, el baño
para cuando tienen ganas, el lavabo para cuando necesitan lavarse, el peine, el
cepillo de dientes…
“Enseñar a un niño a comer, a lavarse, a
vestirse, es un trabajo mucho más largo, más difícil y paciente que darle de
comer, lavarlo y vestirlo” María Montessori
-Autonomía: se le
da gran importancia a la autonomía del niño, ya que el niño quiere y necesita
esa autonomía, sobre todo a partir de los 2 años. Se deja libre su actividad
espontánea, en vez de contenerla y dominarla. El niño que es activo por
naturaleza, se le debe dejar espacio suficiente para que se mueva libremente. No
necesita que nadie crezca por él, se respetan los ritmos y tiempos.
En cuanto al desarrollo motor, y aplicado al primer ciclo de
educación infantil, se suele relacionar el MM con la teoría del movimiento libre de Emmi Pikler, es
decir, el niño es el que va aprendiendo a moverse por sí mismo y por su propio
interés. No se le coloca en posturas que no sabe realizar por sí mismo, no se
le sienta, no se le pone de pie, no se utilizan aparatos que le “ayuden”… (si quieres leer un poco más sobre el
movimiento libre, pincha aquí) ( y si quieres conocer cómo se atendía de manera
individualizada los niños en Lóczy,
pincha aquí)
Además las investigaciones actuales sobre desarrollo
psicomotor, han dado la razón a esta necesidad de movimiento libre, de no
forzar ni de saltarse etapas para evitar problemas futuros de lenguaje,
lectura, escritura y de aprendizaje en general.
Mientras el niño se mueve, el niño aprende. (Si quieres ver lo que dice
la neuropsicopedagogía sobre la relación entre
la falta de experiencias de movimiento libre en las primeras etapas y
las dificultades de aprendizaje en las etapas posteriores, pincha aquí)
El niño se mueve
continuamente y aprende en todo momento, gracias a su mente absorbente, en nuestra
mano está proporcionarle un ambiente que le ofrezca los medios necesarios para
su desarrollo.
¿Qué podemos hacer?
Pues permitir que se muevan, no inmovilizarlos en sillas… Los niños no aprenden
más por el hecho de estar sentados escuchando una explicación y mucho menos en
la etapa a la que nos referimos.
-De lo concreto a lo
abstracto: se parte de lo concreto de lo que se puede ver, oir, tocar… para
progresivamente ir a lo abstracto.
Si queremos ofrecer vocabulario sobre las frutas, les
podemos ofrecer un frutero en vez de láminas con frutas, además así perciben la
textura, el olor, el peso… Dando importancia a todo lo sensorial.
Cuando las cosas no se las podemos enseñar al niño
directamente (por ejemplo no podemos traerle al niño un elefante al aula, o un
pingüino) siempre será preferible ofrecer una figura realista en las que se
puedan percibir las proporciones, una fotografía… Antes que un dibujo, ya que
es mucho más abstracto.
-Sensorial: la
educación de los sentidos tiene un peso especial, si tenemos en cuenta los
estadios de Piaget de los 0 a los 2 años el niño se encuentra en una etapa
sensorio motora (aunque es cierto que desde el MM, el área sensorial se trabaja
con materiales especialmente con los niños de 3 a 6 años)
Aunque esta forma de trabajarlo no es puramente Montessori,
podemos dar prioridad a las actividades sensoriales a través de diferentes
actividades, mesas de exploración…Por ejemplo con las actividades de la vida
práctica que hemos explicado anteriormente a la hora de preparar alimentos,
pintando con cosas diferentes…
Los materiales Montessori aíslan cualidades, es decir, si se quiere
enseñar el concepto ancho/estrecho, todas las piezas deberán ser iguales en textura,
color, altura… excepto en la cualidad ancho/estrecho. Para que el niño adquiera lo que
realmente tiene que adquirir.
-No hacer uso del
premio y del castigo: Se busca una motivación intrínseca. Que el niño
aprenda por el placer que este le produce, por satisfacer su propia curiosidad
no porque nadie le va a ofrecer un premio o le va a castigar. Come porque tiene
hambre, bebe agua porque tiene sed, hace pis porque tiene ganas, respeta el
material para que no se rompa, no porque
nadie le premia o le castiga. La disciplina se basa en la libertad, para
entender un poco más sobre este tema, se puede leer a Rebeca Wild, libros de
disciplina positiva, Rosa Jové, Siegel… (Si quieres leer mi reflexión sobre el
premio, el castigo y las emociones, pincha aquí)
-Material
manipulativo y autocorrectivo: dada la importancia de ir de lo concreto a
lo abstracto, los materiales que se ofrecen son manipulativos, muchos de ellos
sensoriales. Por ejemplo, las letras “se palpan, se sienten”, las matemáticas
“se tocan”. Además no es necesario que
el profesor esté continuamente pendiente de lo que el niño hace para
corregirle, el propio material debe de ser autocorrectivo de forma que si el
niño no lo realiza de forma correcta, le sobren o falten piezas y se dé cuenta
de su error, el cual se interpreta como una oportunidad para seguir
aprendiendo.
En 0-3 generalmente no se utilizan materiales, pero como
estamos hablando de cómo Montessorizar un aula tradicional, sí que hay juguetes
o materiales que cumplen estas premisas.
- Cada niño es
diferente y eso lo ha demostrado la investigación actual. Existen
diferentes estilos de aprendizaje, inteligencias múltiples… En el MM, cobra
especial importancia el respeto a los ritmos de cada niño porque cada niño es
diferente y no puede enseñarse a todos los niños lo mismo en el mismo momento.
“Seguir al niño” nos proporcionará las pistas para saber qué necesita cada
niño, cómo se puede adaptar el ambiente… Para ello es muy importante observar
al niño.
- La libertad: el
niño, puede elegir qué hacer, nadie se lo impone ya que las necesidades de cada
niño son diferentes. Esto que podría parecer un caos, tiene mucho sentido.
Hemos explicado que de cada objeto sólo hay un ejemplar, eso “obliga” al niño a
respetar al otro, a aprender a esperar… en definitiva, habilidades sociales que
se encontrará en el futuro, tampoco se obliga al niño a que deje lo que está
haciendo para contentar a otro ( esto se observa frecuentemente en los parques
cuando un niño quiere el juguete que está utilizando otro y obligamos al
primero a dejárselo, a veces a la fuerza) Por supuesto se impide todo lo que
pueda ser perjudicial u ofender a otros, al tiempo que se enseña a respetar el
material, el cual además de recibir un trato adecuado, debe dejarse de la
manera en que se lo encontró y en el lugar que ocupa en el aula.
- El maestro:
asumen un papel diferente al que estamos acostumbrados. Es un observador y un
conocedor de las etapas del desarrollo del niño. El papel principal lo asume el
niño (la idea de puerocentrismo de Escuela Nueva), el adulto guía al niño, pone
las herramientas adecuadas al alcance del niño para que este, que es curioso
por naturaleza, se vaya desarrollando. Para ello necesita conocer al niño,
seguirlo, observarlo… Y eso es más costoso y complicado que intentar impartir a
todos los niños lo mismo al mismo tiempo. Pero el niño no es adivino y es el
guía el que le presenta (explica) cómo se utiliza cada material, de manera
individual.
-Mezcla de edades:
En las aulas Montessori, los niños están juntos en grupos de 3 años. Así unos
aprenden de otros, aprenden a respetarse, se ayudan, admiran lo que hacen los
más mayores…
Aquí hemos podido ver unas ideas básicas sobre el método,
pero si podéis, os recomiendo leer a la propia Montessori para entenderlo bien,
ya que todo tiene su justificación, si
no sabéis por dónde empezar, os recomiendo leer esta entrada.
Y para terminar os dejo unos vídeos de un aula Montessori de
comunidad infantil/ nido/ casa cuna: