Con dos hijos (de 2 a 4 años), no os voy a negar (Dios me libre!!) que en ocasiones es normal que cualquiera de nosotros perdamos los nervios con algunas minudencias del día a día: 3 horas para recoger los juguetes, los odiosos momentos de salir de casa y con sus “espera, que me quiero llevar…”, las continuas llamadas a mamá o papá cuando les acabas de acostar y tienes la energía al mínimo, para “mama, la lucecita”, “agua, agua”, “mamá, hoy quiero dormir con rapunzel en vez de con blancanieves”…en fin, estos momentos son inevitables y COMUNES, MUY COMUNES! Así que solo nos queda encomendarnos a la SANTA PACIENCIA! Y pensar para tus adentros: “yo decidí tenerlos, y les quiero”
Pero pienso que hay cosas evitables, que con los años he descubierto que disminuyen los momentos de tensión, de estrés, y en definitiva de sacarnos de nuestras casillas:
1 · EVITAR EL COCHE
¡Comprobado! si lo eliminamos de la ecuación niños-prisas podemos evitar muchos momentos de estrés. Al final, “sube al coche” “venga, baja”, ata niño, ata a otro niño, monta carro, desmonta carro, “me hago pisss”, “quiero agua”…en general acaba con la paciencia de cualquiera. Es cierto, que a veces, no queda más remedio y dependemos del coche, pero desde que soy madre evito cogerlo al máximo.2 · EVITAR LAS PRISAS MATUTINAS
Antes apuraba más por las mañanas, pero las prisas, las carreras y no tener tiempo para imprevistos, en general acaba en drama. Tu nerviosa, ellos nerviosos,…Mi recomendación, levántate un ratito antes, que de tiempo a ducharte, desayunar o preparar sus almuerzos con más calma. Duermes 15 minutos menos pero merece la pena! Seguro que habéis tenido días que a las 9:30 de la mañana estás agotada ya de tanta pelea, negociación…¡como para no estresarse!3 · SIN PRESIONAR CON LAS EXTRAESCOLARES
En general, pienso que a los padres de hoy en día se nos va un poco la pinza con el tema de las extraescolares. Queremos que aprendan muchas cosas en poco tiempo y la realidad es que muchas veces les sobresaturamos! Y creerme, nos lo hacen saber, a su manera, con berrinches, rabietas, o llámalo como quieras. Así que en ese sentido, el truco es sencillo, ESCUCHARLES. Puede que sean niños activos que demanden mucha actividad y ver cosas nuevas, pero también los hay tranquilos que prefieren estar jugando en casa o en un parque, así que escúchales ¡¡No hay ninguna prisa!!4 · RESPETAR LOS TIEMPOS Y LOS RITMOS
¡Para nosotros, eso es crucial! La mayor con casi 5 años, sigue durmiendo siesta, siempre que puede claro, pero es que lo necesita! Y si no la duerme, creerme, se nota. Le sale ese bicho que tiene dentro y estamos de lloros toda la tarde. Pero, quién tiene la culpa? Ella? No. Tan sólo es una reacción al cansancio. O acaso, nosotros mismos, cuando estamos cansados no estamos también más susceptibles.Así que, tenemos que tratar de crear hábitos, de que descansen y duerman lo que necesitan (dependerá del niño) y de respetar sus ritmos y sus horarios.