Valores
El modelo educativo de Finlandia, un ejemplo para el mundo
Papá Noel debe estar muy contento. Y es que en Finlandia, uno de los países a los que pertenece su Laponia original, ofrece los mejores resultados en educación y su IDH (Índice de Desarrollo Humano) no para de crecer. ¿Por qué? La respuesta está en el modelo educativo de Finlandia, un modelo educativo hermano del método Montessori y que refleja los mejores resultados.
El informe PISA avala la educación finesa
La validación del modelo educativo a nivel internacional del modelo finlandés, al igual que la de los demás países, se hace a través del informe PISA, entre otros informes de evaluación internacionales. El informe PISA se viene realizando cada 3 años y ha sido el que ha colocado a Finlandia en lo alto del ranking. El informe compara entre los países, y de forma cuantitativa, las habilidades matemáticas, ciencias y lectura de los alumnos del país. El objetivo es que los distintos países puedan mejorar, apoyándose en los datos, el modelo educativo estatal.
A esperas de los resultados del informe Pisa 2018, que se publicará en este 2019, encontramos a Finlandia en lo más alto del ranking de 2015. En algunos aspectos del informe Finlandia es superado por países asiáticos como Hong Kong, Singapur, China o Japón. No obstante, la disciplina de trabajo Finlandesa se considera de mejor calidad. Te explicamos por qué.
El modelo educativo finlandés y el método Montessori
Repasando las claves del éxito del modelo educativo de Finlandia, podemos advertir una fuerte semejanza entre el modelo finlandés y el método Montessori. Ambos apuestan por una educación que tiene en cuenta el alumno, donde se evitan la competencia y las cifras de calificación y donde se incentiva, ante todo, la curiosidad y la participación activa del alumno.
Personalización de la educación
En la educación finlandesa es importante el alumno y sus singularidades en su proceso de evolución. El maestro, que se parece más a un guía Montessori que a un maestro clásico, tiene menos tiempo en su jornada para las clases y más tiempo destinado al estudio del alumno y la preparación de sus clases.
Así, los alumnos que tienen necesidades especiales, no quedan completamente excluidos del sistema, lo que agrava su problema, sino que se les integra y apoya en su educación.
La curiosidad en los alumnos
Quizá este es el punto más importante en ambos modelos. Es difícil llevarlo a cabo, sin embargo, si se consigue que el alumno participe de forma activa en su educación y sea su propio guía habremos conseguido implantar la semilla más importante en la vida humana, la de la propia formación. El método Montessori es especialista en incentivar la curiosidad en el alumno.
La creatividad y la participación de los alumnos son valoradas por encima de la memoria y la repetición de conceptos.
La relación entre el profesor y el alumno
Como ya hemos comentado antes, conocer al alumno es muy importante en el éxito del modelo finlandés, así como en la educación Montessori. Los finlandeses potencian que la relación profesor-alumno sea más horizontal gracias a que no hay demasiados cambios de grupo. El mismo profesor acompaña su grupo durante gran parte de su etapa escolar. Así, además, el profesor puede conocer mucho mejor a sus alumnos.
La importancia del descanso
Si el trabajo es importante, también lo es el descanso. Los alumnos cuentan con menos horas de clase y más horas entre clase y clase para subrayar la importancia de cada hora de clase.
Para la sociedad finesa, además, la educación es un tema que afecta a todos. Los padres están realmente implicados en la educación de sus hijos e hijas y no con los deberes, que apenas tienen, sino pasando tiempo con ellos e incentivando su curiosidad con actividades culturales.