14.9.20

PREPARACIÓN INDIRECTA PARA LAS MATEMÁTICAS EN MONTESSORI

 

La preparación indirecta es uno de los principios Montessori más importante, surgió de las observaciones de María Montessori con los niños y niñas del barrio de San Lorenzo (Roma). Observó como en los niños existen ciertas conductas que les preparan para aprendizajes posteriores, al igual que ocurre en la naturaleza con el resto de animales.

Algunos ejemplos de preparaciones indirectas en la naturaleza humana son, el balbuceo para la posterior aparición del lenguaje, los movimientos del bebé que más adelante le permitirán gatear, sentarse, ponerse de pie y caminar, la necesidad del niño de cargar cosas grandes y pesadas como preparación para obtener fuerza y equilibrio.

En Montessori, al niño le damos una preparación indirecta que le permitirá obtener un desarrollo gradual de los conceptos matemáticos. El niño/a tiene que observar, experimentar y abstraer distinciones cada vez más finas en forma, volumen, dimensión, color, temperatura, textura, peso, etc. Clasifica y sigue un orden secuencial que clarifica y organiza su mente, desarrollando los conceptos matemáticos. Esto es un proceso individual de cada niño, nadie puede forzarlo a que lo alcance, debe madurar a su propio ritmo.

Cada área Montessori prepara de forma indirecta para las matemáticas.

Preparación en Vida Práctica

Vida práctica le da al niño un trabajo completo y ordenado, ya que hay una serie de pasos para colocar los materiales, hacer el ejercicio, guardarlo y llevarlo a su lugar, completando siempre el ciclo de actividad, con un control de error que es necesario para verificar la exactitud, la cual lleva a la auto perfección.

Vida práctica le da al niño/a la capacidad de repetición, concentración y refinamiento del movimiento por medio del manejo de los materiales. En todos los ejercicios debe utilizar su juicio y sus estimaciones. Desarrolla su atención, observación a los detalles, a estar atento a posibles problemas y retos que deberá solucionar, todo ello tiene que ver con las matemáticas y con la construcción de la inteligencia.

Vida práctica empodera al niño/a haciéndole sentir seguro y confiado porque ve que puede hacer las cosas por sí mismo. 

Preparación en Sensorial

El trabajo de sensorial es muy importante ya que ayuda al niño/a a clasificar y observar de una forma muy precisa y exacta, a través de ejercicios con figuras y formas. Le introducen el concepto de diferencia y adquiere la secuencia del 1 al 10.

“Las barras rojas” permiten al niño/a adquirir sensorialmente el concepto de medida y el incremento de cada barra le permite comprender posteriormente el incremento de los números, con ellas entiende que hay una progresión natural de los mismos.

En los materiales de ordenar según colores, formas, temperatura, olores, etc. encuentra orden y secuencia.

Con “el gabinete geométrico” tiene experiencias sensoriales de los conceptos de área y superficie. Lo mismo con los cubos de “la torre rosa”, adquiere conceptos que se aplicarán después en geometría.

Con el “binomio”, “trinomio” y “decanomio” adquiere fórmulas algebraicas, sin darse cuenta, que posteriormente harán que sea más sencillo comprenderlas a nivel abstracto.

El reconocimiento de la identidad, similitud y diferencia cuando trabaja con “los triángulos constructores”. Asimila la importancia del triángulo y su rol constructivo en nuestra vida.

Y así, podría ir nombrando todos y cada uno de los materiales de sensorial. Todos tienen una preparación indirecta para las matemáticas.

Preparación en lenguaje.

La culminación de las presentaciones con el material de sensorial es el lenguaje. Todas las impresiones sensoriales que experimente tendrán una palabra que posteriormente le servirá para una mejor comprensión de los conceptos matemáticos: grande, pequeño, grueso, más fino, tan delgado, etc. Por medio de las lecciones de lenguaje, el niño/a aprende a expresar sus experiencias cualitativas y cuantitativas.

El enriquecimiento del vocabulario es esencial para poder expresar cantidad y relaciones de espacio y tiempo y para comprender mejor las matemáticas, ya que estas son un lenguaje en sí mismo.

El lenguaje de las letras y los números se desarrollan juntos, al igual que la preparación de la mano para escribir letras también le sirve para escribir números. Así pues, con lenguaje culmina la experiencia.

¿Cómo sabemos que un niño/a está listo para las matemáticas?

  • Tiene alrededor de 4 años
  • Ya ha establecido un orden interno.
  • Maneja a la perfección las barras rojas.
  • Tiene movimientos coordinados precisos.
  • Tiene hábitos de trabajo establecidos.
  • Presta atención a los detalles.
  • Se concentra.
  • Puede usar representaciones simbólicas.
  • Está interesado en los números y siente curiosidad por ellos.

El papel de adulto

El adulto que acompaña al niño en el aprendizaje de las matemáticas es esencial, primero debe desechar sus propias experiencias previas con las matemáticas, si fueron negativas que no las transmita al niño/a. Debe entender a la perfección este concepto de preparación indirecta, conocer muy bien el material y ser un buen modelo.

El adulto debe invitar al niño descubrir las matemáticas como una exploración, no como una materia obligada, no debe imponérselas como algo que “debe aprender”, tiene que ser capaz darse cuenta de cuando el niño está interesado en los números y siempre empezar desde la parte sensorial. Los primeros materiales de matemáticas son sensoriales.

Maria Montessori en su libro “Creative development in the child” escribe: 

“En este mundo de abstracción, es tan natural para el niño crecer intelectualmente como físicamente. Él encontrará tanta alegría en la adquisición del crecimiento mental como en el sano desarrollo, en el campo físico. Sin embargo, debemos ofrecerle la oportunidad de crecer normalmente, no podemos imponer un programa para su crecimiento mental, basado en nuestras necesidades políticas o ideas educativas.

Dejemos que el niño descubra con pasión como las matemáticas están en todo lo que nos rodea, pero como siempre, respetando sus tiempos y sus ritmos.