Observar es ver detalladamente, es la capacidad de ver, captar, conocer y descubrir el comportamiento y las actitudes de los niños y niñas. Si queremos descubrir la esencia del niño necesitamos observarle.
La observación es la capacidad de estar aquí y ahora, en el presente. Necesitamos tener silencio en la mente, silencio de ideas preconcebidas que modifican la observación, así que, necesitamos una preparación mental y espiritual para saber observar a los niños. Hay veces que nos quedamos mirando a un grupo de niños en un parque y pensamos en observarles, pero por unas causas u otras metemos nuestros juicios continuamente. Observar no es eso, es desnudar nuestra mente de juicios y ver qué ocurre en el presente, anotando todo lo que vemos de forma objetiva. Es una técnica súper valiosa. Es importante tener un interés real a la hora de observar.
La observación es la técnica que utilizó María Montessori para desarrollar todos sus materiales y sus principios y para llegar a entender las necesiddaes de los niños y niñas en sus distintas etapas de desarrollo.
¿Cómo observar a los niños y niñas siguiendo esta técnica?
Se trata de sentarse en un lugar donde no se interfiera la acción del niño o grupo de niños e ir anotando todo lo haga en tiempo presente y sin emitir juicios, solo describir y anotar sus acciones segundo a segundo. No escribimos lo que pensamos o sentimos, sólo lo que vemos.
Lo ideal es tener un cuaderno de observación en el que iremos escribiendo todas las observaciones que hagamos, ya que si queremos conocer el comportamiento de un niño o niña necesitamos varios registros.
Los elementos que debemos anotar en nuestra hoja de observación son: fecha, hora, lugar, clima, estado físico en el que nos encontramos , estado de ánimo y hora de finalización. Antes de empezar hacemos una descripción breve del lugar, anotando el número de adultos y de niños o niñas y el motivo de la observación. Al final de la misma se puede escribir una breve interpretación diciendo cómo me he sentido u otro tipo de comentarios que se consideren importantes.
Ejemplo de formato de observación:
Nº de observación: Observador:
Tema:
Fecha:
Hora:
Lugar:
Clima:
Estado físico:
Estado de ánimo:
Descripción inicial del lugar, con número de adultos y niños:
Observación:
Hora de fin:
Interpretación:
Para poder llevar a cabo esta técnica antes hay que hacer un entrenamiento personal siguiendo una secuencia de observaciones, primero observar objetos inanimados, luego plantas, animales y por último seres humanos. Hay que hacer antes estos ejercicios para practicar y estar completamente preparados para saber observar sin emitir juicios. Y tener siempre presente que para conocer las características de lo que estamos observando tenemos que tener un número suficiente y variado de observaciones, en momentos y actividades diferentes de la vida del niño. Siempre observar de manera amorosa, respetuosa y consciente, con interés por conocer lo que voy a observar, de forma responsable , objetiva y exacta.
Observación de la interacción de un niño con otro.
¿Para qué observamos a los niños/as?
Les observamos para entender cuáles son sus necesidades y poder responder a éstas. Para saber cuándo llevan a cabo ciertas acciones de su desarrollo. Para poder preparar un ambiente adecuado para que el niño se pueda desarrollar de forma adecuada.
Observamos:
- La capacidad física del niño/a, su habilidad motora fina y gruesa.
- El nivel cognitivo del niño, su desarrollo intelectual.
- El desarrollo del lenguaje.
- El desarrollo social y emocional. Reacciones del niño frente a situaciones de estrés.
- Sus patrones de sueño. Podemos observarle mientras duerme.
- Sus patrones de alimentación.
- El movimiento de sus manos.
Herramientas que deben tener las maestras y guías en sus ambientes.
- Tablas de observación.
- Deben llevar siempre en el bolsillo papel y lápiz para anotar cualquier cosa que les llame la atención. Deben anotar de manera clara y rápida sus observaciones.
- Deben observar el material que el niño elige, las veces que lo repite y la concentración que alcanza con dicho material. A través de ésto sabrá en qué periodo sensitivo está el niño.
- Calma, tranquilidad, comprensión y conocimiento. El conocimiento es lo que les va a dar la calma y la tranquilidad porque saben lo que están haciendo.
- Pueden empezar observando media hora, luego una hora, hora y media, hasta llegar a las 2 horas que es el tiempo adecuado para una observación.
- En cada sesión se observa un aspecto, sueño, lenguaje, alimentación, movimiento, etc.
- Hay observaciones en casa y en el aula.
- Necesitan tener observaciones ordenadas de varios periodos del niño, frecuentes y continuas, para poder llegar a conclusiones. Esta conclusión nunca será un diagnóstico del niño, son informaciones que tiene la maestra para conocer mejor al niño y poder ayudar a los padres y al niño en momentos determinados.
Os pongo un ejemplo, totalmente inventado, de lo que sería observar de forma correcta y lo que sería narrar haciendo interpretaciones, lo cual no sería correcto.
Observar:
“El niño camina con un trapo en la mano, lo deja en su lugar, va a una mesa y coge un libro, lo deja, camina. Va a las alfombras, coge una y la pone en el suelo, coge una mesa auxiliar y la coloca en la esquina de la alfombra…”
Narrar:
“María coge el marco de vestir y lo trabaja correctamente (juicio), la niña del binomio lo guarda y busca otro material ( interpretación, no sabemos si busca un material). José coge el tablero de los puntos y lo trabaja muy bien (juicio). A pesar de que la guía no está, el grupo se portó bien...(interpretación y juicio)
Espero que esta entrada os sea de utilidad y podáis utilizar esta técnica tan valiosa y respetuosa con vuestros alumnos y alumnas.