Me presento. Soy Luisa. Hace años que ejerzo como arquitecta y vivo
con los ojos bien abiertos para que no pase nada inadvertido delante de
mí que tenga que ver con la disciplina que practico o con aquellas que
adoro como el arte y la poesía.
Hace bastante menos tiempo que soy madre y me ha pasado exactamente lo
mismo. Mi amiga Adriana tuvo esa misma sensación, pero intensificada,
por la premura de llevar a su hija de dos años y medio a un colegio.
Investigó
exhaustivamente las escuelas y métodos que tenía a su alcance y
descubrió una manera de aprender de la que se enamoró instantáneamente.
Desde que nos conocimos, Adri y yo hemos tenido largas conversaciones
acerca de nutrición, estilos de vida y educación. Siempre he aprendido
mucho de ella, la escucho atentamente y sigo sus siempre sabios
consejos. Es una persona que se forma e informa constantemente.
En el ámbito educativo, que tanto le preocupaba, encontró en el método
Montessori todo aquello que anhelaba para el crecimiento personal de su
hija.
Admiro, como muchísimas personas, a María Montessori, una mujer
luchadora que ideó un nuevo modo de enseñanza, donde el niño es el
verdadero protagonista del proceso, guiado por su interés en aprender.
El origen de esta pedagogía tan brillante no podía surgir de otro modo,
de una persona con un altísimo nivel cultural y una todavía mayor
preocupación por el rumbo de la humanidad y como se desprende de muchos
escritos: María Montessori educa para la Paz.
Adri, como María, y como tantas otras personas, desde la cultura, desde
la formación, entiende que es necesario otro modo de enseñar a nuestros
hijos. Hay una alternativa y es mucho mejor.
Con mucha ilusión y consciencia, decidió crear su propia escuela
Montessori en San Juan. Una “Casa dei Bambini” más en la extensa
población mundial con la esperanza de extender la filosofía respetuosa y
pacificadora de Montessori desde la enseñanza.
En Montessori House nuestros hijos aprenderán a convivir con otros
niños, serán libres para decidir qué y cuándo aprender, según sus
tendencias y su potencial, con materiales delicadamente elaborados para
cada disciplina y momento evolutivo. Rodeados de Naturaleza, amabilidad y
alegría, crecerán en conocimientos y valores.
Gracias al esfuerzo de Adriana y todo su equipo tenemos la oportunidad de ofrecerles lo mejor a nuestros hijos.
Muchísimas gracias por este regalo.