Si tuviera que escoger una palabra que me fascina de principio a fin es ésta: CREATIVIDAD. La creatividad es capaz de mejorar todas las esferas de nuestra vida. Incluso, me atrevería a decir que con ella se puede cambiar el mundo.
A lo largo de esta temporada, voy a profundizar en la creatividad a todos los niveles, porque creo firmemente que todos podemos ser creativos, y que además, esta faceta nos puede ayudar mucho a desenvolvernos mejor, en nuestro día a día.
Hoy, me voy a centrar en los peques de la casa. Te voy a contar diez claves para potenciar la creatividad infantil.
Pero, antes de ello, déjame explicarte un par de creencias totalmente
erróneas sobre este tema, que son necesarias para comprender todo lo que
viene después.
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Desmontando creencias erróneas sobre creatividad.
Todos podemos ser creativos. Esta es una frase que he repetido hasta la saciedad. Pero, a veces, muchas personas no creen en ellas mismas porque no se consideran creativas. ¿Por qué? Porque hay creencias erróneas sobre la creatividad.
Así que, quiero que sepas que esta frase es totalmente cierta. Sólo
tienes que confiar en ti. Podemos hacer mucho más de lo que creemos a
priori.
→ La primera creencia errónea es atribuir la creatividad a un grupo de “elegidos”, “privilegiados” o “genios”.
Es cierto que hay determinadas personas que pueden nacer con un talento
natural para algo en concreto. O incluso, dentro de una misma familia,
podemos observar una clara predisposición genética hacia una disciplina
determinada. Pero, eso de que “la creatividad se tiene o no se tiene”
es completamente falso. Todos podemos aprender a potenciarla y a
desarrollarla. Por supuesto, no todos la desarrollamos en el mismo
grado, ni en las mismas áreas de conocimiento, ni en todas las facetas
de la vida. Y es que, cada persona es diferente. A cada uno le motivan y
le gustan cosas diferentes.
→ La segunda creencia errónea es equiparar la creatividad con la creatividad artística.
Por supuesto que, el arte, en toda su amplitud, es una disciplina
bastante creativa. Por eso, cuando pensamos en talento o en creatividad,
en muchos casos, nos vienen a la mente grandes figuras del mundo
artístico. Pero, hay más áreas de conocimiento. Y por tanto, tenemos que
considerar la creatividad en un sentido amplio, ya que está presente
todas las facetas de la vida.
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Diez claves para potenciar la creatividad infantil.
En general, los niños tienen más facilidad que los adultos para desarrollar la creatividad. Básicamente, porque a edades tempranas, por suerte, viven ajenos a los convencionalismos, críticas y prejuicios, con los que convivimos los adultos cada día.
Evidentemente, cuando los niños van creciendo y tomando consciencia de
todo esto, también van autolimitando su creatividad por miedo a ser
ridiculizados, a las críticas, a no ser aceptados, al qué dirán, etc.
Por ello, a la hora de trabajar la
creatividad con los niños, cuanto más pequeños sean mejor. Al ser
ajenos, de momento, a ese mundo adulto de convencionalismos y
prejuicios, podrán dejar fluir libremente su imaginación y creatividad.
Además, podrán desarrollar una autoestima sólida y una mayor seguridad,
sentando unas bases que les ayudarán a enfrentarse al mundo, cuando sean
más mayores.
A continuación, te cuento diez claves para fomentar la creatividad en los niños:
1. Crear un clima de trabajo agradable y de confianza,
tanto en la escuela como en casa, en el cual el niño no se sienta
juzgado, evaluado y criticado constantemente. A veces, algunos padres,
madres y profesores damos más importancia a las notas y a los
resultados, dejando en un segundo plano el esfuerzo, la imaginación, la
originalidad o la posibilidad de cometer errores. Esto va en detrimento
de la creatividad. El peque tiene que percibir un ambiente en el que no
sienta miedo a ser juzgado y en el que tenga margen para cometer
errores.
2. Aprender de los errores y evitar el perfeccionismo.
En mi caso, desde pequeña he sido muy perfeccionista. No me permitía
cometer errores. Y esto no ha sido un buen aprendizaje. En mi etapa
adulta, la vida me ha enseñando que las cosas no son perfectas, y he
tenido que desaprender esta forma de ver las cosas. Todo ello me ha
convertido en una persona mucho más creativa. Por eso, es muy importante
que trabajemos con los niños el error o la equivocación como algo
necesario para su aprendizaje. Dejemos de etiquetarlo como algo malo o
negativo.
3. Crear un entorno lleno de estímulos y motivaciones,
para que aprenda, por si mismo, a observar, manipular y experimentar.
Esto potenciará su creatividad. Por ejemplo, en algunas escuelas, se
distribuye el aula por zonas de aprendizaje. En cada una, se colocan
materiales de una disciplina distinta. Así, los niños irán probando,
poco a poco, la zona de matemáticas, de lengua, de ciencias sociales, de
naturales, la artística, la de música, la de gimnasia, etc. Esto
también se puede llevar a la práctica en casa, en una habitación de
juegos. De este modo, habrá niños que, por ejemplo, se decanten al
principio por descubrir la zona de matemáticas, y tal vez, más adelante,
por experimentar con la de música. No tienen por qué sentir el mismo
interés por todas las disciplinas, de la misma manera que nos ocurre a
los adultos. Pero, se trata de darles oportunidades para desarrollar
diferentes aprendizajes, y por qué no, futuros talentos.
4. Permitir que los niños den rienda suelta a su imaginación, evitando coartarla innecesariamente. A veces, con sencillas actividades para niños,
como por ejemplo, realizar un dibujo libre o construir una historia en
grupo, podemos dejar que fluyan ideas y pensamientos propios y
originales. Es importante abrir la mente y dar paso a este tipo de
actividades más flexibles, y no trabajar siempre con ejercicios rígidos
en los que todo está predefinido y planificado.
5. Fomentar el pensamiento divergente y la flexibilidad del mismo.
Seguro que habrás escuchado alguna vez que tenemos dos hemisferios
cerebrales. El izquierdo está relacionado con la lógica, el pensamiento
lineal y secuencial. El derecho se suele vincular con la creatividad.
Trabaja con una percepción global, el pensamiento no es secuencial ni
lineal, puede ir dando saltos y presentarse de forma desestructurada.
Da rienda suelta a la imaginación y a la intuición. Esta flexibilidad
del pensamiento, nos abre la mente, y por tanto, nos va a permitir
analizar, explorar, descubrir y crear cosas nuevas y originales, o
incluso transformar las que ya existen dándoles nuevos usos.
6. Respetarlos y ser tolerantes con sus opiniones e ideas,
incluso con las que parezcan más descabelladas. No debemos frenar esa
espontaneidad natural que tienen los peques. En este sentido, es muy
interesante trabajar la “lluvia de ideas” con
los niños. Esta técnica creativa se puede utilizar, por ejemplo, para
resolver un conflicto en el aula, dar con la solución a un experimento infantil, plantear usos diferentes de un objeto cotidiano, etc.
7. Sorprenderles con actividades e ideas nuevas y originales, tanto en casa como en la escuela, para ser sus modelos de referencia creativos.
Viene bien, de vez de en cuando, salirse un poco de la programación
escolar o de las rutinas habituales de casa. Los niños imitan a sus
adultos de referencia. Si nosotros nos comportamos de forma creativa, ellos también lo harán.
8. Dejarles tomar la iniciativa y que hagan cosas solos. Confiar en ellos, en sus capacidades y habilidades.
Esto les va a dar seguridad en si mismos, va a mejorar su autoestima,
su autonomía, su espontaneidad y su curiosidad. Gracias a ello, van a
tener mayor motivación por aprender y crear cosas nuevas. Puedes ver
infinidad de ejemplos relacionados con esto en el libro “Enséñame a hacerlo sin tu ayuda”.
9. Fomentar el desarrollo sensorial.
Aquello que nuestros peques observan en el mundo que les rodea, llega a
su cerebro en forma de sensaciones y percepciones. Esto les lleva a
desarrollar las funciones cognitivas. Es decir, la atención, la memoria,
el razonamiento, el lenguaje, la imaginación, la creatividad, etc. Por
eso, yo recomiendo realizar con los peques actividades y manualidades sensoriales, ya que son muy beneficiosas en el desarrollo de diferentes aprendizajes.
10. Jugar con metáforas, analogías, hipótesis y probabilidades.
Esto además de potenciar su creatividad, les ayuda a desarrollar el
aprendizaje comprensivo, y no el puramente memorístico. Y en definitiva,
les convertirá en sujetos activos, que piensan y sienten, y no en meros
sujetos pasivos.